Hoy la Palabra nos regala la narración, posiblemente más hermosa. Y comienza, había una vez un padre que tenía dos hijos. Por favor, di, responde en tu corazón, convéncete "hay un padre" que ama a sus hijos. Que espera por cada uno que se pierde en la noche de sus propias búsquedas autoreferenciales. El espera pacientemente, deseoso de abrazar al hijo que regresa decepcionado de si mismo porque viéndose a si no se encuentra el amor. El pone el traje nuevo de la dignidad de hijo, llena la casa de alegría y fiesta, reconstruye la alianza con el anillo y pone las sandalias en los pies cansados de andar por caminos inciertos. El padre que une al hijo con el hermano, a todos en un hogar de misericordia.
Nosa Señora da Franqueira, Nai de misericordia
Feliz día
Xabier Alonso
A Franqueira
03-03-2018
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