domingo, 30 de octubre de 2016

QUIERO HOSPEDARME EN TU CASA




 LucAS 19,1-10

Yo también soy Zaqueo, pequeño de alma, que busca con interés, sin saber lo que el 
Señor tiene preparado, que tú eres el que me buscas. Sí, subido a un árbol que me permita ver de lejos. Subido a mis cosas, elevado sobre lo que tantas veces me separa de los demás, lo que me pone de espaldas a los otros. Allí, en mi mundo, alejado del suelo, eeres Tú, Señor el que pasas a ras de tierra, anadando por los "bajos" mundos. Yo, también soy Zaqueo, que te busco con mis ojos, y de repente, me tropiezo con tu mirada. Esa mirada atrevida, fuerte, interpelante, serena,  con el deseo de respuesta, misericordiosa porque muestra la hondura de un corazón que lo llena todo. 
Una mirada, una palabra, un gesto, "baja, hoy quiero hospedarme en tu casa"
¿Bajaría con tanta prisa como Zaqueo?. Aquí estoy. Bajar es abandonar los medios que nos dan la seguridad de que no nos molesten los demás, de no tener problemas, es bajar de nuestras seguridades y tropezarse con la mirada que juzga de los que son buenos. 
Hoy, domingo, es el Señor el que quiere hospedarse en mi casa, entrar en mi corazón, sentarse en la misma mesa, compartir la vida, abrir un proyecto, acoger una nueva decisión. Compartir con el Señor es compartir con el hermano, restituir el daño hecho, devolver con bien el mal infringido. Ahora es el hombre nuevo.
Jesús, gracias por salir a buscar lo que estaba perdido.

Nosa Señora da Franqueira, axúdanos a sermos quen de saír ao encontro do que se sente perdido para que poida sentar na mesa da salvación.

Feliz domingo
Javier Alonso
A Franqueira
30-10-16

miércoles, 26 de octubre de 2016

LA PUERTA ESTRECHA




Lucas  13,22-30
Una nueva llamada a la universalidad de la salvacion. Todos somos invitados a entrar en el banquete del Reino. El lugar es amplio, pero la puerta estrecha. Estrecheces que son necesarias asumir, esfuerzos que son imprescindibles. La vida cómoda lleva a la perdición, al vacío. El trabajo de cada día nos edifica y nos acerca a los demás. La puerta estrecha nos abre a horizontes infinitos, lo cómodo nos sitúa en una búsqueda egoísta de uno mismo.
Una puerta que se abre para nosotros, una puerta sencilla, pero atrayente. 
Durante este año jubilar han sido muchos los que cruzaron la puerta santa de la misericordia en los distintos templos jubilares. Estas semanas pasadas un grupo de diocesanos lo hemos hecho en Roma entrando en las basílicas papales. Ahora bien, atrevámonos a entrar en el corazón misericordioso del Padre, adentrémonos en descubrir su profundidad en el corazón del pobre, del enfermo, del pecador, del encarcelado, del que no aceptamos. Esforzarse en entrar en lo distinto, en lo que no luce, en lo que es imperceptible a los ojos de los hombres.
Nosa Señora da Franqueira porta pola que ven a nós o Salvador, fainos sinxelos, atrevidos, arriscados, e que nos perdamos o entusiasmo de traballar cada día por entrar no amor do Pai.

Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
26/10/2016

martes, 25 de octubre de 2016

SEMILLA



 Lucas 13,18-21

Grano de mostaza, levadura de la masa, todo pequeño, que pasa desapercibido a los ojos de los hombres, pero su misión es sorprendente. Semilla que sin que se vea, se note, cada día crece; levadura, discreta, pequeña, que lo llena todo con su vitalidad. Es el Reino que nos arrebata por dentro, nos atrapa convirtiendo lo que a los ojos de los hombres no cuenta en presencia. Así es cada día, lo pequeño, lo que no sale en las portadas de los medios, lo que discretamente hace tanta gente con el cariño de una madre que escucha el pesar de sus hijos, los cuidados para que no les falte de nada, los esfuerzos por sacar el día adelante, el trabajo callado del educador que cada jornada es una oportunidad para dar una nueva herramienta de futuro a los jóvenes, la oración silenciosa de la monja que entre sus muros de clausura pone el mundo sobre sus hombros, la labor del que cuida cada día de su enfermo o anciano... así el Reino va creciendo en medio del ruido del mundo, pero en lo discreto del amor. Porque el amor no hace ostentación, sino que, lo llena todo de la fragancia de lo nuevo, que refresca el alma cansada y devuelve el vigor al cuerpor derrotado.
Nosa Señora da Franqueira, Raíña nosa, fainos sementadores do Reino, dispensadores do pan abundante e fresquiño para saciar a fame deste mundo

Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
25/10/2016

sábado, 22 de octubre de 2016

DIOS COMPASIÓN





El Dios apasionado que se compadece es el que nos presenta este domingo  el evangelista Lucas, evangelista de la misericordia.

1.- Dios oye. Sí, muchos prefieren un dios mudo, sordo, ciego y torpe, para que diga lo que uno quiera, oiga lo que uno diga, haga lo que a uno le apetezca. Pero esos son los ídolos, y no solo los que en otro tiempo honraban, sino también los que actualmente someten la conciencia y el corazón de tantos. Porque el amor convertido solo en placer, el progreso convertido en tener, el honor convertido en poder, el espíritu convertido en superstición, convencen al hombre de ser dueño de su propio destino y manipulador de los que no le gustan. 
Pero el Padre bueno que nos muestra su rostro en Jesús es el que oye el calmor de su pueblo, siente su sufrimiento y se acerca a su dolor. Así, envía a Moisés para liberar, a los profetas para convertir, a los creyentes para acompañar. El huérfano y la viuda, como nos dice la Escritura, tienen su preferencia y desea para ellos el bien, el peregrino y refugiado son acogidos en su corazón, el hambriento y desvalido son saciados en su necesidad. 
Oye, Señor, el calmor de pobre. Oye, Señor, el dolor del pecador.

2.- La justicia de Dios. Los que escuchaban a Jesús se consideraban buenos y santos y juzgaban a los demás, por eso les cuenta la parábola que este domingo se proclama en la liturgia. El fariseo, lleno de orgullo que ve por encima del hombro a los demás, se siente justificado y lleno de orgullo presenta ante Dios su hoja de méritos. "Mira que bueno soy" le decimos también nosotros. "Yo cumplo, yo hago, yo, yo, yo...". En cambio el que salió perdonado fue el publicano, oh, sí, el pecador que, sin levantar su mirada, solo repetía su petición de perdón. 
Ah, justicia de Dios que conoce el corazón del hombre y su deseo de paz. Una invitación al final de este jubileo de la Misericordia para que no olvidemos la llamada que el Señor nos hace: es El quien perdona, sana, libera, da vida. 

3.- Sed misericordiosos. Esta peregrinación hacia la justicia del Padre que salda nuestras deudas y nos llena de su amor es una llamada a no desvirtuar la imagen de nuestro Dios. Es el que pacientemente espera nuestro regreso para rehabilitar lo que el pecado ha dañado. Es la llamada a que quien grita se sienta escuchado, así, llevando la misericordia no llevamos nuestro bien hacer, sino la justicia de Dios allí donde el hombre sufre.
Acerquémonos al hambriento, al sediento, al desnudo, al pobre, al enfermo, al desvalido, al encarcelado, al que vive en el duelo, al que no conoce, al que no sabe, al que vive en el pecado... y pongámonos a sus pies para servir, porque Dios ha escuchado su grito silencioso. No llevemos el juicio de nuestras pequeñeces, sino, la misericordia del Padre.

Nosa Señora da Franqueira, neste domingo das misions axúdanos a saír na busca da persoa que sofre e levarlles consolo e paz, a Boa Nova da Misericordia.

Feliz domingo
Javier Alonso
A Franqueira
23/10/2016