domingo, 26 de noviembre de 2023

YA ESTÁ ENTRE NOSOTROS EL REINO

 


Estimados en el Señor.

Con la celebración de la solemnidad de Jesucristo Rey del universo cerramos el año litúrgico. Esta es la última semana antes de iniciar la preparación de las fiestas de la Navidad con el tiempo litúrgico del adviento.

Hoy se nos presenta a Jesús cumpliendo en la plenitud de los tiempos lo que habían anunciado los profetas. Dios y a su pueblo como el buen pastor y lo conduce a los abundantes pastos haciéndole partícipe de los nuevos tiempos donde ya no hay temor y todo es paz. No olvidemos que Mateo nos invita contemplar en el sermón de la montaña a Jesús alimentando a ese pueblo que camina por el desierto de la vida buscando refugio. Así, inicia con las bienaventuranzas la predicación, ahora nos invita a contemplar al que reúne a los pueblos dispersos en un solo rebaño y recapitular el sentido de las bienaventuranzas descubriendo en ella su presencia.

La descripción del juicio final por parte de Jesús que separará las ovejas de las cabras, es una imagen que nos ayuda descriptivamente a hacer nuestro personal discernimiento sobre nuestra acogida de la presencia del reino de Dios en medio de nosotros.

Lo primero es que de Cristo rey se identifica con los últimos y nos plantea el reto de descubrirlo en el rostro del pobre. Pero también es necesario descubrir en nuestra vulnerabilidad la presencia del Señor y sólo será posible cuando nos reconocemos necesitados. Derrotadas nuestros orgullos y nuestra prepotencia, desde la humildad de quienes se siente hambriento, sediento, desnudo, enfermo, emigrante, prisionero… Cada una de estas situaciones no se refiere únicamente a una realidad física sino que engloba la integridad de la persona.

Demos gracias a Dios porque la presencia del reino nos invita a movilizar nuestro corazón en nuestras actitudes para ejercer los cuidados mutuos y ponernos al servicio de los demás.

Abramos los corazones de nuestros semejantes, de las instituciones y la sociedad para que penetre en lo más profundo la verdad sea la justicia, la bondad y la gracia, el amor y la paz.


Feliz domingo a todos

domingo, 19 de noviembre de 2023

PREPARADOS PARA EL FINAL


 Queridos Hermanos y Hermanas. A lo largo de estos tres domingos, la palabra de la Eucaristía, nos sitúa en la perspectiva de cuáles son los preparativos para la llegada del Señor Y la plenitud de los tiempos. Esto lo veremos con mayor claridad el próximo domingo cuando celebremos Jesucristo rey del universo.

Hace unas semanas el evangelio nos mostraba la invitación a una fiesta de bodas. Los invitados son los que escuchar la llamada, que andan por los caminos, ricos y pobres, Santos y pecadores, y que aceptan participar en el banquete de bodas.

El domingo pasado, en el contexto también de la celebración de una boda, las doncellas tenían que estar esperando la llegada del esposo. La invitación es a tener las lámparas preparadas y suficiente aceite para mantener encendidas las luces.

Hoy es la generosidad de un señor que entrega a sus criados unos talentos y les invita a ponerlos a producir hasta que el venga.

En las tres parábolas el protagonista es quien toma la iniciativa de que participen de su propia vida: un banquete de bodas, la llegada del esposo y el reparto de talentos.

Los que reciben los encargos lo hacen desde distintas ópticas y tomando la decisión desde su propia libertad. Así los que se habían preparado para las bodas van adecuadamente vestidos, las doncellas precavidas llevarlas alcuzas de aceite y los siervos con disponibilidad y entrega dan cuentas de sus trabajos.

Estos tiempos de preparación y de espera son los nuestros. Lo que está por llegar es fiesta, alegría, encuentro; y como escuchemos hoy, entrar en el gozo del Señor.

Pero estas parábolas se da el elemento contrario. Aquellos que no están dignamente preparado su dispuestos, como el que no tenía el traje de bodas y que fue expulsado, porque no aceptaba que la invitación a un banquete suponía un cambio y una transformación abandonando además el ropaje impropio de la condición humana revistiéndose de los valores del reino su paz de su justicia.

Las doncellas que no tenían el aceite por dejadez tampoco pudieron entrar en la sala con el esposo. No os conozco, les dijo. Porque esperar por el Señor significa llegar nuestra vida con aquello que la fuerza a nuestra luz: la oración, la escucha, la vida sacramental, la caridad. Ser luz en medio de ti mientras.

Hoy el criado que no entra en el gozo del Señor es el que por miedo en tierra el talento. Ocultar las oportunidades, esconder nuestras capacidades, refugiarse en nuestras individualidades, quedarnos en la mediocridad o abandonarnos en nuestro egoísmo son los obstáculos y lo que hace crecer en nosotros los miedos y frenan la valentía de poder ser y dar fruto adecuado.

Muchos aspectos de tu vida no pensabas que lo ibas a llevar adelante pero hoy descubres con agradecimiento, el Señor continuamente te ha bendecido.

Da gracias a Dios por todo y escruta en tu corazón las bendiciones de Dios. A


sábado, 4 de noviembre de 2023

FE QUE DA LUZ

 


Queridos amigos y amigas los textos del evangelio estos domingos nos mostraron las disputas y encerronas que los diversos grupos sociales y religiosos argüían en contra Jesús buscando la forma de poder acusarlo doctrinalmente. El comienzo del capítulo 23 de Mateo deja bien claro que Jesús nos enfrenta la doctrina si no a la incoherencia. Los que interpretaban las escrituras y se hacían legisladores del pueblo vivían en una actitud contraria a lo que mandaban. Jesús, maestro y guía, llamada a los discípulos a hacer de su vida testimonio de lo que Dios infunde en el corazón de las personas. Se conjuga de esta forma el deseo de Dios de hacer presente y su reinado en este mundo con el pensamiento, el afecto y la voluntad del hombre, que como discípulo se hace palabra vida, misericordia y consuelo del que sufre, alabanza de la obra de Dios y presencia de su amor.

El papa Francisco nos recuerda en muchas ocasiones que testimonio cristiano, de palabra y obra, su coherencia, es la mejor forma de evangelización.

La fe que profesamos nos llama continuamente a visibilizar el reino de Dios siendo artesanos de paz, heraldos de la verdad, iconos de caridad, manifestación de la unidad, testigos del perdón, que se realizan en el día a día y en nuestras opciones más fundamentales. No puede residir en nuestro corazón ni el odio ni la violencia, ni la mentira ni la vanidad, ni la división ni el rencor, pues todo esto va en contra del discipulado de Jesús. Como siervos debemos invocar cada día la fuerza del Espíritu Santo para que derrama en nuestras en nuestros pensamientos, afectos y acciones la humildad de dejarnos hacer por su amor. La incoherencia de nuestras vidas puede convertirse en un arma que mata el evangelio que pueda estar naciendo en el corazón de los que no creen.

Pidamos al Señor que nos ayude a ser evangelio vivo, buena noticia alegre y constructores decididos de su reino. El criterio de discernimiento para serlo es la disponibilidad para ser servidores como Jesús. La humildad es nuestra seña de identidad, La alegría nuestra actitud. La fuerza el amor. 

miércoles, 1 de noviembre de 2023

Y dijo Dios. Levántate

 


Dios iba paseando por el jardín. Y buscaba al hombre. Y el hombre se escondía, agazapado, tembloroso, con el rostro tapado. Y Dios le dijo ¿por qué tienes miedo? Y el hombre le con todos sus temores.

Y Dios le dijo: no tengas miedo. 

No te ocultes tras la riqueza, no te cierres tras la opulencia, porque yo te doy la libertad con mi pobreza.

No te sacies con las victorias crean injusticias pues yo soy el agua viva que saciar a tu sed de justicia y de verdad.

No te defiendas con la violencia, no te excuses culpabilizando, no te hagas juez y verdugo, pues yo me hago culpable para rescatar al inocente.

No ensucies tu corazón con la mentira pues yo soy la luz que ilumina la verdad.


Toma mi mano, levántate, mira a lo alto, allí está tu destino.

Yo soy el camino para que tú llegas al final, para que llegues a a mí.