PLENITUD DE LA LEY

Los códigos legislativos son muchos y muy diversos. Se intentan unificar criterios a partir de las bases de una ética común. Se establecen criterios que tengan un valor universal. La ley se somete al criterio de todos y se ponen al servicio de todos. Eso sí, todos debemos cumplirlas. No es extraño que escuchemos algún legislador proclamar que es obligado cumplir la ley y que  nadie se la puede saltar. Pero los mismos son los que posteriormente, y esto nos es ajeno a ningún pensamiento político, cambia la ley amparándose a la sombra de los votos o con razonamientos de conveniencias, o por presiones sociales. Considerando además, que como intérpretes de la voluntad del pueblo y en aras a un progreso que consideran necesario, se cambia la ley. Hemos visto a lo largo de los años como la educación, la sanidad, la economía son variados conforme al color de turno que se sienta en el sillón del poder. Incluso adornando con palabras como consultados los expertos, o visto el parecer del comité de sabios. ¿Cómo vamos a edificar la ciudad terrena en criterios vacilantes y volátiles?

¿Qué es lo permanece? Lo que nos descubre la verdad, la bondad, la justicia, la belleza. Están escritos en la conciencia de toda persona. A muchos, 40 años de constitución española, o unos pocos de estatuto, ya son antiguos y reformables., Todo es cambiante porque el mundo cambia. Yo me pregunto ¿para bien?. Tiemblo cuando en boca de legisladores empiezan a hablar de sentimientos.

Jesús nos propone hoy caminar hacia la plenitud, pero no de la ley como algo abstracto y esclavo. El es la ley llevada a plenitud. "Un mandamiento os doy: que os améis unos a otros como yo os he amado"

Nosa Señora da Franqueira, axúdanos a vivir coa ollada posta na vida.

Feliz día

Xabier Alonso

A Franqueira

07/03/2018