CONFÍA, EL ES LA VIDA
Queridos amigos y amigas. Hoy el evangelio nos ofrece un breve relato del signo descrito por evangelista Juan en que Jesús acoger a petición de un funcionario real que súplica por la salud de su hijo. El contexto en el que se desenvuelve es en Galilea, en la ciudad de Caná y van conociendo a Jesús por su actuación en las fiestas en Jerusalén
La petición del hombre es clara. Es un Padre desesperado ante la gravedad en la que se encuentra su hijo. Muerte y vida crean una tensión en toda la escena. Jesús no necesita ir a Cafarnaúm sino que reclamaba de aquel Padre que quien me habla es la vida. Creer en la palabra de Jesús es acoger el Don de la vida,
La indiferencia se ha adueñado de nuestra sociedad. A todos nos duele el sufrimiento de los débiles, de los inocentes. Pero vemos como estos son utilizados como moneda de cambio y podemos decir que incluso los pobres son rentables. Nos llenamos la boca hablando de solidaridad e intentamos auto convencernos de que un gesto de cercanía y un compromiso esporádico hacia el pobre es el medio para cambiar las estructuras injustas. Cada persona es protagonista de su destino y no puede estar a merced de los intereses de otros, ni siquiera pueden ser objeto de negociación para una supuesta paz social. A lo largo de estos últimos meses me sorprende la poca gente que me ha hablado sobre el tema de los menores migrantes que se encuentran en situaciones tan deshumanizadoras. En ese ambiente tan polarizado creo que nos estamos auto censurando la libertad de poder reclamar una auténtica justicia para los pobres y lo hacemos por el prejuicio de considerado que ya conocemos la respuesta y la postura del otro. Dialogar, como he escrito no hace mucho, no significa pelearnos, sino que necesitamos verdaderas tensiones que nos espabilen, que nos ayuden a crecer. Nuestra bien acomodarnos en un mundo en el que unos pocos toman las decisiones de todos según sus propios intereses. Hemos visto, lo largo de la historia los poderosos deciden el destino de una humanidad que tantas veces ha experimentado el fracaso de esas mismas decisiones. Hoy está en nuestras manos construir un mundo fraterno y dejar a un lado las marginaciones, los racismos y todo lo que conlleva el desperdicio de los demás.
Hoy nos acercamos también a Jesús para que nos muestra el camino de la vida, para que confiemos en su proyecto del reino, para que asumamos lo que significa aceptar el nosotros la vida de Dios y ser novas criaturas.
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