(jueves después de ceniza)
Es Jesús el que abre camino de gloria, vida, resurrección. La meta de esta cuaresma es el Gólgota, y junto al lugar de muerte, de entrega por amor, el jardín de la resurrección. Para hacer este camino con Jesús necesitamos aprender a darle la vuelta a las cosas, esa es la conversión. Y nuestra mirada se vuelve a la cruz como signo de victoria y de vida.
Jesús le da la vuelta a la historia y hace que perder la vida sea ganarla, morir sea vivir. Será grano de trigo, será siega abundante, será molido y amasado, pan de vida para alimentar la esperanza.
¿Cómo voy a realizar este camino de conversión si no le doy la vuelta a mi vida?
Reorientarla poniendo la mirada en la cruz y dejando que sean las manos clavadas en ella las que me indiquen el camino del amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario