lunes, 25 de diciembre de 2023

Y DIOS DIJO SÍ


 Y Dios dijo Sí.

Dijo Dios "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza"
y Dios hizo al hombre, varón y mujer los hizo.

Y dijo Dios al hombre
"Voy a dejarme hacer por ti para ser hombre"
Y el hombre, varón y mujer, dicen sí
"hazte uno con nosotros"

Y Dios dijo Sí e es aceptado
por los que están abiertos a Dios
los sencillos, los que no cuentan,
los que no valen para el hombre que no se ve en Dios.


Y Dios dice, 
palabra que se hace
palabra que se deja hacer
palabra que no es palabra vacía.

Y Dios dice Sí
no niega, abre
pronuncia un Sí vital
lleno de vida y amor.

Y Dios se hace Paz,
canción, comunión y amor,
unidad, perdón,
Dios se hace ternura,
sueño y pasión,
risa, mirada.

Y Dios dice Sí 
y se deja hacer y hace
se deja amar pues ama
se deja mirar pues es mirada
se deja tocar pues es presencia.

Y Dios se deja hacer
para dejarnos ser.

Y dice el hombre
dejémonos hacer por Dios
dejémonos ser en su amor.
Dejémonos mirar,
tocar, apasionar,
soñar, reír, cantar.

Feliz Navidad

Xabier Alonso

25 de diciembre de 2023

domingo, 24 de diciembre de 2023

Y DIJO SÍ, Y DIOS SE DEJA HACER


Esta mañana celebramos el IV domingo de adviento, con el deseo ya inminente de reunirnos junto al pesebre y adorar el misterio del Dios que se hace carne y asume nuestra misma condición.

Hoy escuchamos el encuentro del ángel con María. La Anunciación, poniendo en valor el mensaje y al mensajero, a María y la respuesta. La Encarnación del Hijo, poniendo en el centro el hecho en si de que Dios se hace carne, se mete en nuestra miseria, asume nuestra realidad, se abaja hasta lo más íntimo del ser humano.

Y es que Dios se estremece en sus entrañas de Madre, se enternece en su corazón de Padre, se asombra en su sabiduría de Niño, se goza en su ilusión de Joven, se llena en su deseo de Amante, suspira en su reposo de Anciano, llora en su espíritu de Misericordia. Es mirada eterna de transparencia

Y es que la respuesta de María no es cerrada. No se termina en una tarde de primavera, se prolonga en el día a día de la respuesta confiada a quien es fuente de vida. María es la Iglesia, es llamada a nuestra respuesta, de decir SÍ al Amado, que quiere seguir siendo presencia, dejando huella de vida.

Y Dios tembló de emoción, se gozó en la respuesta de la Virgen pobre Nazarena y, hoy, también espera que cada uno confiemos nuestra respuesta a quien nos ama y propone vida.

Dios está dispuesto y dispone, es propuesta y propone, no se impone ni exige, espera y espera, y le dice al oído del corazón vacilante, “alégrate, no tengas miedo”, “yo estoy contigo”

Y se derrama el Espíritu y comienza una Nueva Creación, la maternidad de Dios es visible, es parido el que se humilla para hacer con nosotros camino de esperanza. Porque es El quien se deja hacer, se pone en manos de una mujer, se deja cuidar, nutrir, existir, ser y estar, sentir y vivir, para amar, para ser. 

 

Feliz domingo

 

 

sábado, 16 de diciembre de 2023

VOZ EN EL DESIERTO, LUZ EN LA OSCURIDAD

 


Ya quedan pocos días para la celebración de la Navidad. A lo largo de estos domingos de adviento va brotando en medio de esta llamada intensiva la esperanza una intensa luz que nos impulsa a la alegría. Es una consecuencia lógica de poner nuestra mirada en la venida del Señor. Si esperas en aquel quiere a dar plenitud a tus inquietudes llenará tu corazón de una nueva fuerza de gozo interior. San Pablo hable escribirle a los tesalonicenses, necesitados de una palabra de consuelo en medio de las dificultades, les invita y les ruega estar alegres en el Señor. También nosotros en medio de un discurso continuo que nos bombardea atando de pies y manos toda posibilidad de vislumbrar un ápice de ilusión no podemos dejar que derrote aquello que nos tiene regalado por la fe: ser mensajeros de la alegría de la presencia de Dios que viene a hacerse presente en medio de nosotros y rescatarnos del pecado y de la muerte. Como comunidad creyente y receptores te el Don del Espíritu somos signo profético de que este mundo es el lugar amado por Dios, su hogar y el de todos sus hijos, y que continuamente nos trae signos de su deseo de rescatarlo y liberarlo.

El profeta Elías y el profeta Juan Bautista detectan en medio de la desolación que el amor de Dios es el triunfo definitivo que no podrás ser nunca derrotado. Te pido por lo tanto que te adentres en lo más profundo de tu corazón y en ese lugar, semejante al que el establo en el que la Virgen va a parir al Hijo de Dios, es el escogido por él para llenarlo de luz, ternura, y un Dios que es palabra y llanto, fragilidad y dependencia para derrotar nuestros orgullos haciéndonos hermanos y servidores.

Igual que Elías que anuncia al Salvador que trae la libertad. Como Juan Bautista, voz en el desierto, la comunidad creyente proclamada con la palabra y la acción del Espíritu que el amor manifestado en un Dios que se revela en la debilidad nunca será derrotado. Prepárate porque Dios viene a llenar tu corazón te bienaventuranza, a hacerte bienaventurado.

Feliz domingo

domingo, 10 de diciembre de 2023

NUEVOS CIELOS, NUEVA TIERRA

 


El domingo pasado iniciamos estos días de esperanza y espera activa que es el adviento. En medio del nerviosismo y ajetreo que cada vez nos va imponiendo una sociedad marcada por el consumismo desenfrenado, la propuesta que te hace la Iglesia en estas dos primeras semanas, es la de reafirmar a través de la austeridad, el silencio, la mirada interior, la búsqueda sincera, que Dios salve a nuestro encuentro abriendo nos caminos de liberación, de vida, plenitud y novedad.

La esperanza cristiana no es una ilusión vana de lograr unos determinados objetivos, o conseguir unos propósitos para alcanzar una satisfacción inmediata. 

La esperanza es el motor de una confianza de que algo nuevo surge en nuestro interior, en nuestro ámbito de relaciones que puede ser transformador de la realidad y aquello que era imposible pueda llegar a serlo. 

La esperanza de exige de una disposición valiente a dejarse convertir, desterrando aquello que impide caminar y por eso hoy la llamada de Juan bautista es a preparar los caminos del Señor. Porque no soy yo quien camina hacia el futuro si no que es Dios el que viene acompañarme en el camino de la vida. 

La esperanza nos mueve adentrarnos en la realidad es más duras y difíciles de la vida, afrontarlas, descubriendo la fragilidad y la vulnerabilidad, para sentirse consolado, cuidado y fortalecido. 

La esperanza pide paciencia. Nuestro cambio de mirada no es algo repentino si no que nace de la misericordia de Dios que espera pacientemente.

La esperanza esa apertura a lo imposible, o impensable. No podíamos imaginarnos que Dios mismo asumiese nuestra realidad, nuestra condición humana desde lo más humilde haciéndonos partícipes de su misma realidad. Lo que esperamos en plenitud se está realizando. Ese bagaje de medio del desierto, el canto de fiesta en el día de duelo.


Desde estas claves te invito a que contemples algunas de las experiencias más duras que hayas vivido o que estés viviendo. Piensa en las condiciones en las que viven muchos de nuestros Hermanos y Hermanas, situaciones de guerra, violencia o destierro. Meditar en las realidades cambiantes de este mundo y hacia donde se dirigen, cuáles son los condicionantes de las decisiones y sus prioridades. Así la economía, la política, el orden social sea excluye a la persona de su centro buscará otros intereses y no promoverá un mundo sostenible y una sociedad fraterna.


Esta semana se celebra el 75 aniversario de la declaración de los derechos humanos y estos días finaliza la COP 28 sobre el cambio climático, seguimos contemplando las dramáticas escenas de violenta guerra en distintos lugares del mundo como Ucrania o la franje de Gaza, la movilidad y la información son la seña de identidad de nuestro tiempo., Ante todo esto y otras muchas cosas, ¿cuáles son las actitudes y las herramientas que te ofrece el mundo para tener una visión positiva?¿No supone el consumismo, adornado por el convencimiento de que estamos moviendo la economía, una forma de crearnos ilusiones que vamos profundizando una mirada esperanzadora? Dios ama este mundo ¿cuál es la luz de esperanza que percibimos como novedad de un nuevo futuro?


POÑAMOS UN RAIO DE LUZ, DE ESPERANZA


sábado, 2 de diciembre de 2023

MODO ESPERA O MODO ESPERANZA


 
Estos últimos años las tecnologías avanzaron que es una barbaridad. Las comunicaciones han facilitado no solo que tengamos conocimiento o de las noticias que sucede en todo el mundo, si no también, el avance que ha supuesto para nosotros el poder comunicarnos inmediatamente. Esto no cabe duda de que ha facilitado en gran medida nuestros avances, pero han creado en nuestro interior una sensación de inmediatez y de la capacidad de resolver las cuestiones de una forma rápida. Según los datos en nuestro país es mayor el número de teléfonos móviles que el de habitantes.

Por otro lado, la tecnología ha copado el lugar de atención de muchas personas. Y no me refiero a la inteligencia artificial únicamente, sino algo tan sencillo como llamar a una administración pública, o al servicio de salud, uno una entidad bancaria, o cualquier otro servicio que necesito un ciudadano. Rápidamente te responde una máquina con voz muy amable pero que te va solicitando respuestas para saber exactamente qué es lo que necesitas. No pocas veces la solicitud se queda a medias. Todo esto ha supuesto también un distanciamiento entre el ciudadano de a pie, no digamos de muchas personas mayores, y aquellos que deben estar a disposición de las necesidades de las personas. No pocas veces, y esto lo tenemos también en nuestros móviles, tenemos la posibilidad de estar en espera. Si a mí me pasa, de que me colocan en espera, los tiempos se van haciendo cada vez más pesados, sobre todo si hay una musiquita de fondo que da la impresión de que ya nadie te escucha.

A mí me tiene pasado de que hay personas que llaman para pedir una información y ya lo hacen sin un simple saludo de buenos días o buenas tardes, o simplemente decir por favor necesito una información. La relación con las máquinas ha enfriado nuestras relaciones humanas considerando que simplemente necesitamos servicios o somos proveedores de servicios.

Comenzamos un tiempo de esperanza. Quiero remarcar esta palabra. No es tiempo de espera, en el sentido tecnológico que acabo de describir. No es un tiempo para quedarse dormido o embobado. No es una espera inactiva, en el que perdamos el protagonismo, sino que ese tiempo de reactivar lo que Dios ha sembrado en nuestro corazón. No permitamos que nos aturdan las satisfacciones inmediatas. Prepararnos para la Navidad requiere previamente tomar conciencia de a QUIÉN en esperamos.

La espera de inactiva significa también que sustituimos los auténticos deseos de paz, de concordia, de unidad y del bien, por el convencimiento de que ante situaciones que impiden caminar hacia una auténtica fraternidad humana no somos capaces y que podemos preferir encerrarnos en nuestras propias satisfacciones y frenar a lo que realmente Dios nos está llamando.

Os invito a que diferenciamos este tiempo de espera inactiva en el que no esperamos a nadie por un tiempo activo en el que esperamos a ALGUIEN. Si además reconocemos nuestra propia incapacidad y fragilidad, dispongamos a ser el pesebre en el que nazca del hijo de Dios.

POÑAMOS UNHA LUZ DE ESPERANZA