sábado, 22 de junio de 2019

PAN COMPARTIDO (Corpus)




Eres Tú, Señor, maestro de caridad. Tu corazón inmenso acoge, escucha, alivia, acompaña, sana, propone, abre horizontes. Y cuando ya está todo hecho, sorprendes. Invitas a todos a hacerse partícipes de tu misión. El milagro es la multiplicación, pero no solo del pan. Tú, multiplicas esperanzas, multiplicas ilusiones y risas. Porque ahora, después de convocarnos en torno a ti, nos sientas al lado de los hermanos y hermanas. Sentados para ser alimentados, porque, para salir a los caminos del mundo es necesario estar fuerte, vigoroso, lleno de la fuerza que solo unidos a ti y en ti podemos realizar. Cinco panes y dos peces, lo que hay te lo entregamos, ya no es nuestro, es para ti. Tú lo recibes, bendices, das gracias y repartes. 
Nosotros, vemos a nuestro alrededor, callamos, nos sobrepasa y nos acobardamos. Esos cinco panes y dos peces hicieron posible el milagro. Para entregarlos, Tú, lograste convertir los corazones. Ya no hay egoísmo, ya no hay "esto es mío y para mí". Ahora llega el momento del compartir, de no guardar nada, de darlo todo. Ahora llega el momento de la caridad, del amor, de la generosidad.
Ahora Tú nos devuelves lo compartido en multiplicado. Ese pedazo de pan, ahora, es el alimento de vida. Ahora eres Tú, el mismo Dios, y nos los das para que lo compartamos. Misterio de comunión que nos abre a la unidad con todos. 
Gracias, Señor
Danos el pan de cada día

Feliz domingo del Cuerpo y Sangre de Cristo

Xabier Alonso
22-06-2019



LECTURA DO SANTO EVANXEO SEGUNDO LUCAS

            Naquel tempo, faláballe Xesús á xente do Reino de Deus e curaba a cantos o necesitaban. E como empezaba a caer o día, achegáronse os Doce e dixéronlle:
            ‑ Despide a xente, para que vaian ás vilas e aldeas próximas en procura de sitio para se hospedaren e para que poidan tamén comprar algo que levar á boca, porque aquí estamos nun descampado.
            Pero el replicoulles:
            ‑ Dádelles vós de comer.
            Eles contestaron:
            ‑ Pero se non temos máis ca cinco bolos de pan e mais dous peixes! A non ser que vaiamos nós mercar mantenza para toda esta xente.
            Eran uns cinco mil homes. Mais el díxolles aos seus discípulos:
            ‑ Colocádeos en grupos de cincuenta.
            Dixéronllelo, e sentaron todos. El, colleu os cinco bolos e mais os dous peixes, ergueu a vista ao ceo, bendiciunos, partiunos e déullelos aos discípulos, para que llelos servisen á xente. Comeron todos a fartar, e coas sobras encheron aínda doce cestas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario