domingo, 12 de julio de 2015

DE DOS EN DOS


Procesión de antorchas do 7 de setembro do ano pasado. A luz da palabra e da oración alumea na noite do mundo

Feliz domingo a todos.
Jesús envía a sus apóstoles para predicar la conversión, expulsar el mal y sanar. Repiten lo que después se anuncia del mismo Jesús" pasó por el mundo haciendo el bien y curando a los que estaban oprimidos por el mal". Les da poder para hacer presente el Reino por medio de la liberación del hombre de todo aquello que no es propio de su dignidad de hijo de Dios. Así, los elegidos antes de la creación del mundo para la santidad, esto es, todos nosotros como dice hoy san Pablo, asumimos esa gran responsabilidad de reafirmar con la palabra y las acciones lo que Jesús nos ha mandado realizar.
En el envío nos señala que los manda de dos en dos. ¿Como serían emparejado los apóstoles?. El evangelista no nos lo dice. Sería en parejas los cuatro hermanos Pedro, Andrés, Santiago y Juan, o se mezclarían. ¿Quién querría ir con Mateo, un publicano rescatado del pecado?. ¿Con quien iría Judas Iscariote?. No nos interesa, pero seguro que, ni era por afinidad, ni amistades, sino con la centralidad puesta en la misión. Esta narración me ayuda para varias reflexiones.
La primera es que la misión es en comunidad, compartiendo con lo hermanos la tarea. Una Misión de envío de toda la Iglesia, no como francotiradores como a veces parecemos, en que cada uno va asociando en torno a si a sus incondicionales. Enviados de dos en dos es asumir que somos una comunidad en que compartimos la Misión que viene a realizar el Señor. 
Compartir inquietudes y proyectos. Ven más cuatro ojos que dos. Compartir distintos pareceres en que nos complementamos y nos ayudamos a permanecer fieles al que envía y a qué envía.
Enviado sin protagonismos, sin etiquetas, sin marcas, sino con la tarea del Reino. Hoy los sacerdotes, las parroquias, las comunidades, tenemos mucho que cambiar. Necesitamos reafirmar nuestro sentido de Iglesia. En muchos aspectos ha penetrado en nosotros un fuerte individualismo y la tarea es compartida. En minoría es importante unirnos, porque la Iglesia, a pesar de lo que muchos crean, está siendo ya una Iglesia de minorías con una carga de historia que a veces  nos condiciona en exceso. Me da mucha pena cuando se organiza alguna actividad o se tiene una celebración especial y lo primero que preguntan es cuanta gente había. Me revuelve interiormente cunado se presume de números, o surgen las competencias de en tal sitio va tanta gente, ahora que estamos en "temporada de romerías" a veces se ve un sustrato de cierta competitividad. Yo pregunto ¿a cuantos ha llegado la fe?, ¿cuantos la han renovado?, ¿cuantos han restaurado su alma caída en pecado?, ¿cuantos han asumido un compromiso de ser testigos de la fe?.
Ahora es tiempo de salir por los caminos y llamar a cada uno a escuchar la Palabra, sanar el corazón y ser liberados.

Nosa Señora da Franqueira, axúdanos a ser unha gran familia e a querernos no teu Fillo

Feliz domingo
Javier Alonso
A Franqueira
12-07-15

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