lunes, 9 de marzo de 2015

LA PERSECUCIÓN DE LOS BUENOS


El texto del evangelio de hoy nos sitúa a Jesús dejando en evidencia la incredulidad de sus paisanos de Nazaret. Ellos, como todo el pueblo hebreo, pueblo elegido por Dios, no habían descubierto que Dios los eligiera para mostrar a todos los pueblos de la tierra su acción salvadora. Los exclusivismos son muy malos y ciegan a las personas. Así aquellos vecinos de Jesús, no veían la grandeza de que uno de ellos les abriese el camino hacia Dios, sino el daño que les hacía ver que Jesús les hablaba de que Dios no niega su ayuda sean de la nación que sean. Naamán, leproso sirio, o la viuda de Sarepta, son los ejemplos que pone Jesús para echarles en cara que Dios es bueno con todos. Ya Jonás, el profeta, se había revelado contra Dios por ver que reconocía el arrepentimiento de aquellos paganos de Nínive.
Viendo esto, creo que aveces, pensamos que Dios solo es europeo, o que los más católicos somos nosotros, o que nuestras manifestaciones de fe son las más grandes, o que no hay más caritativos que los españoles, o que como Dios no nos va a hacer caso si somos cristianos de toda la vida, o que no vamos a compararnos con otros que solo llevan 500, o 300 o 100 años de cristianismo. Creo que a veces pensamos que el cristiano vive de rentas que que Dios me lo debe tener en cuenta.
El otro día comentamos que llegan tiempos difíciles, ya los vivimos, de increencia mezclada con superstición, costumbres que son un lastres en nuestra fe, expresiones de fe que no dicen nada y que se mantienen porque sí, porque no nos planteamos hacer cambios de corazón y solo vemos cambios de estética. 
Pidamos al Espíritu una auténtica conversión de nuestras vidas, sabiendo que el riesgo, ¿cual es? lo que le hicieron a Jesús, sacarlo fuera del pueblo con intención de despeñarlo. Y nosotros buscamos complacer a todo el mundo con tal de que nuestra vivencia de la fe moleste a los menos posibles. Ser cristiano de verdad puede ser incómodo. Ya lo decía Jesús "cuidado cunado hablen bien de vosotros". 
Y el refrán de toda la historia de la Iglesia "La sangre de los mártires es semilla de cristianos" se está cumpliendo en muchos lugares de la tierra.

(Lucas 4,24-30)

Feliz día

Javier Alonso
A Franqueira
09-03-15

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