miércoles, 21 de enero de 2015

¡QUÉ ESTÁ PERMITIDO HACER LO BUENO O LO MALO?




Hay preguntas que están de sobra, pero Jesús tiene que preguntar lo más simple a quien se ha dejado cegar por una pasión por el legalismo mal entendido.Estamos al comienzo del capítulo tercero de Marcos, y, al final del texto de hoy ya planean como acabar con Jesús. Los que quedan en evidencia porque sus corazones están endurecidos y no son capaces de ver lo más importante. 
La escena es la más apropiada, una sinagoga, un sábado, un un hombre con una parálisis en el brazo, y los fariseos y herodianos. Y es que Jesús las busca, porque cualquiera de nosotros nos quedaríamos al final de la sala, a lo nuestro, y diciendo ya buscaré otro momento. Pero el Señor se la juega a cada hora, y no es por provocar, sino que, su caridad le lleva a liberar aquel hombre que estaba enfermo y a liberar a aquellos hombre en que su enfermedad son las leyes.
Jesús coloca al hombre en su lugar, recupera su dignidad, le devuelve la hermosura de la filiación. 
Hoy, como en aquel tiempo, también los hay que convierten al hombre en un objeto, un número, una estadística, un problema, una ganancia, un apoyo a sus proyectos. No me refiero solo a los grandes estamento de la economía mundial, las empresas o gobiernos; sino también a una visión en que el que sufre, el pobre, el excluido, el tercer mundo es también un número, una estadística, una estrategia o una oportunidad para medrar en poder o prestigio. Desgraciadamente hasta el hacer el bien, y con qué sutilidad actúa el tentador, puede convertirse hasta el hacer creer que somos buenos.
La clave está precisamente en lo que provoca Jesús, ya deciden buscar la forma de acabar con él, porque no viene simplemente a resolver un problema, sino que desestabiliza, cambia, transforma, así, si nuestro compromiso, nuestro amor deja indiferentes, algo no funciona. El Reino siempre es incómodo y muchos no lo aceptan, y si nosotros no somos más que nuestro Señor, si a El lo persiguieron también a su Iglesia, la cual, no puede aliarse con los poderes y los placeres de este mundo. 
El centro pues de este día el amor de Dios por el hombre que sufre. El lema, hacer el bien. La consecuencia, la incomprensión. 
Oraciones a María y recordad que estamos rezando por la unidad de los cristianos.

Javier Alonso
A Franqueira

No hay comentarios:

Publicar un comentario