Nevada 2008 |
El sábado pasado en la reunión del grupo de Biblia continuamos el trabajo sobre el Evangelio de San Marcos. Uno de los temas que hemos tratado ha sido la reacción de los personajes que se encontraban con Jesús. Lo que nos sorprendió es la del maligno, tal como hoy se nos describe en el texto del día, aquellos que estaban poseídos por el mal sabían a quien se enfrentaban y el peligro que corrían. Sé quien eres, dice el que tenía un espíritu inmundo, eres el Santo de Dios. Y es que el mal conoce sus peligros y, aún así, se enfrenta una y otra vez, busca como lograr su objetivo con insistencia, y habitualmente no da la cara, pues es como el que camina en las tinieblas y oculta su rostro.
La admiración de los que escuchan y ven actuar a Jesús radica en su autoridad. La que viene de los alto, la certeza, la seguridad, la fuerza del Ungido. Este día es una invitación, para mí, a varias cosas:
1.- Estar a la escucha, no de cualquier palabra, por muy convincente que parezca, o muy endulzada que la pongan. La Palabra que nos propone Jesús es él mismo, con todo su ser, su autoridad. Es el diálogo de Dios con nosotros, en nuestro propio lenguaje, en el idioma del corazón.
2.- No pactar con lo inmundo, esto es, con lo que destruye la obra de Dios. No caer en la tentación de lo "mejor para mí", sino la participación en la obra creadora, en la construcción del Reino. La guerra no es entre nosotros sino contra quien destruye el amor en nosotros.
3.- Dejarme defender por Jesús. El es quien con voz potente y fuerte manda callar a la no palabra, destierra a la no bondad, rescata a lo que el mal ha desterrado.
La presencia del Reino es Jesús que pronuncia la palabra de vida y la hace presente.
La presencia del Reino es Jesús que pronuncia la palabra de vida y la hace presente.
Os invito a ofrecer este día por la paz
Santa María da Franqueira, Raíña da paz, roga por nós.
Feliz día
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