viernes, 11 de enero de 2019

QUIERO, QUEDA LIMPIO



Y ahora, Señor, toca. Sí, tócame, como aquel leproso. Necesito que tú sanes lo que me resulta despreciable a mí mismo, lo que no aceptan de mí los demás, lo que me excluye, me autoexcluye, lo que me mata y da muerte en mí. Aquello que detesto, que huele a podredumbre, ahora, tú lo amas, lo tocas y lo conviertes en la belleza de la carne nueva, del hombre nuevo, de la hermosura que nace del frescor del encuentro contigo. 
Toca, sana, rejuvenece, llena de vigor y alegría cada palmo de mi ser.
Gracias, señor, por la vida nueva que nace del bautismo, de la vitalidad de la vida de fe. Gracias de la hermosura que resurge de las aguas bautismales. Gracias, oh Señor, por tu amor compasivo.

Feliz día
Xabier Alonso
11-01-2019

No hay comentarios:

Publicar un comentario