QUÉ ESCÁNDALO

Lee con atención esta frase de J. Martín Velasco:

"lo grave no es que os cristianos escandalicemos en la sociedad, sino que escandalizamos con lo que no deberíamos escandalizar y, con lo que deberíamos escandalizar, no escandalizamos".

Un poco fuerte, pero es la verdad. 

La sociedad, como la sociedad teocrática del tiempo de Jesús, coloca a cada cual en una casilla y con unas normas. El problema es, cuando esas normas, sean religiosas o civiles, van en contra de lo esencial y fundamental, por lo que la conciencia es llamada a entregar lo mejor e incluso sacrificarse y revive cada día el encuentro de Dios con el hombre. 

Porque hoy, nos encasillan, dentro y fuera del ámbito de la fe. El de dentro quiere un cristiano que no moleste, que no cuestione, que no se interpele, que cumpla. 

Los de fuera quieren un cristiano que se dedique a rezar, a hacer procesiones y cositas que no perturben el orden establecido, y si de paso, nos traen beneficios mejor. Lo adornamos con un poco de tradiciones por aquí, unas lucecitas por allá, y venga, todos contentos.

Y los de dentro nos llenamos la boca con la justicia, pero nos gastamos una pasta en lo que no necesitamos, no tenemos reparo en ir de compras un domingo, o pasamos del compromiso. Eso sí, "cumplimos" con la Misa del domingo. (Permitidme estas licencias de exceso).

Los de fuera, poniendo la careta de la superdemocracia, en razones de una progresía que nos aplasta como un rodillo, cambiamos leyes y normas. Derechos a tutti ple y normas que se hacen modas pagadas a golpe de talonario. (Me estoy pasando un poquito).

Pero es que no hay dentro, ni fuera. ¿Cuál es la norma que rige el corazón y la conciencia de un buen creyente?, ¿cual es la norma que rige el corazón y la conciencia de un buen ciudadano, de un ateo, de un agnóstico, de un musulmán o de un judío?

La mora, la ley, el "sábado" está hecho para el hombre. Y el que nos habla de esto, Jesús, es el Señor, el dueño, incluso del sábado.

Hoy escandaliza siendo un buen creyente, una buena persona, poniendo las cosas en su sitio

Feliz día

Xabier Alonso

22-01-2019

Evanxeo: Mc 2, 23-28

Un sábado cadrou que pasaron Xesús e os seus discípulos por uns terreos sementados; os seus  discípulos, mentres ían de camiño, empezaron a arrincar espigas. Entón dixéronlle os fariseos:

--Mira para aí, por que fan o que non lles está permitido facer en sábado?

El respondeulles:

--Seica non sabedes o que fixo David, cando el e máis os seus acompañantes se viron apurados e con fame? No tempo do Sumo Sacerdote Abiatar entrou na casa de Deus e comeu o pan ofrecido --pan que só podían comer os sacerdotes-- e repartiu incluso cos seus compañeiros.

E concluíu:

--O sábado fíxose para o servizo do ser humano, e non o ser humano para o servizo do sábado. Así que o Fillo do Home é Señor incluso do sábado