PIEDRAS VIVAS EN EL TEMPLO DE DIOS
En este domingo confluyen tres aspectos a celebrar.
El primero que es la fiesta de la dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán, la catedral de Roma. El obispo sucesor de Pedro tiene en esta iglesia su sede, su cátedra, y es vínculo de unidad de toda la comunidad cristiana. Pero además los templos son signos visibles de una realidad mucho más importante, los que formamos el templo de Dios, cada uno, piedras vivas que nos unimos en el vínculo del Espíritu. Edificar no es tarea de una sola vez, es seguir siendo un lugar de belleza, de paz y armonía, ser un lugar de encuentro, de reconciliación y renovación, ser espacio de alegría, de acción de gracias y bendición, y esta realidad no se puede convertir en lugar de negocio ni cueva de ladrones. Cada uno, y la comunidad creyente, el Pueblo de Dios, somos signo de la presencia de Dios, que ama y cuida de nosotros y camina con nosotros, no permitamos que se lo convirtamos en un lugar de violencia ni muerte.
Lo segundo es que celebramos el día de la Iglesia diocesana. Las diócesis, demarcaciones territoriales que se configuraron a imagen de la administración romana, no es solo un espacio de terreno, más o menos extensa, una población más o menos grande, una historia más o menos prolongada. La diócesis es la Iglesia viva que peregrina en el tiempo a través de personas creyentes que desean vivir su fe en fidelidad al Señor y desean que todos los hombres lleguen al conocimiento de la verdad y se salven. Una comunidad que ha recibido del Señor el vínculo de amor del Espíritu, que celebra cada día el Misterio de la Fe, que quiere ser en medio del mundo signo del amor de Dios y servidora del Cristo sufriente que muestra su rostro en los pobres. En el enlace puedes ver los datos de la memoria de actividad de nuestra diócesis de Tui-Vigo.
https://www.diocesetuivigo.org/ya-disponible-la-revista-nuestra-iglesia-2025/
La tercera es que la campaña de la Iglesia diocesana nos invita a vivir la santidad. La santidad nace de las aguas bautismales, de fortalece en el día a día, conociendo mejor al Señor, amándole y entregando la vida en seguimiento del Evangelio. Hoy damos gracias por la santidad concreta, cercana de nuestros hijos e hijas de la Iglesia de Tu9i-Vigo. Hoy tendremos en las celebraciones del Santuario las reliquias de nuestros santos: S Telmo, patrono de la Diócesis, evangelizador que recorrió los caminos, pueblos y ciudades llevando al Señor a través de la palabra y la cercanía con todos. Está enterrado en la Catedral de Tui. San Paio, en niño mártir, nacido en Albeos, Crecente, cautivo en Córdoba, con solo trece años entregó su vida en el martirio en defensa de la fe y la limpieza de vida. Su sepulcro está en Oviedo y en Tui se conserva una de sus reliquias. Beato Manuel y Adilio, Manuel Gómez es un sacerdote que nace en Ribarteme, se traslada a Brasil y dedica su acción pastoral a cuidar de la comunidad no solo en la transmisión de la fe, sino también en la promoción social. Muere mártir junto a su monaguillo y está enterrado en un santuario en Nonoai, Río grande do Sul. Beato Salvador, salesiano, nacido en Crecente, ejerce su ministerio en distintos lugares fundando escuelas. Muere mártir en Madrid en la persecución religiosa al comienzo de la Guerra Civil. Beato José Pérez, Pepiño de Teis, joven de S Xoán do Monte, de familia pobre y humilde, se vincula a la Hijas de la Caridad del Colegio del Niño Jesús de Praga en Vigo. A los 17 años comienza el noviciado en los Paúles y finalmente es martirizado en Madrid a los 21 años en la contienda civil en noviembre del 36.
El agua que mana del templo es la santidad que nutre, alimenta, fortalece con los frutos al pueblo. Hoy damos gracias por estos frutos del amor de Dios. Son piedras vivas que dan vida

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