LO MIRÓ Y LO AMÓ
Y le dijo. vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres y después, sígueme.
Jesús pone su mirada en aquel hombre en búsqueda. Su cumplimento de los mandatos de Dios se centran en las relaciones humanas, su trabajo, su relación social, el cumplimiento de los deberes con los demás. Le falta tener la mirada en Dios. Jesús sabe de su sincera búsqueda, pero le falta la fe confiada en la entrega del Señor por todos, la generosa donación del mismo Dios que es el que crea los vínculos de amor liberadores, para poder así corresponder en la donación de si mismo siguiendo el proyecto del Reino. Tiene miedo y está apegado a las seguridades de las cosas. Seguirá vacío, triste, porque las riquezas no cubren las verdaderas búsquedas del hombre. Necesitamos la sabiduría del amor para poder decidirnos por Jesús.
El nos mira y nos ama.
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