Un año más nos reunimos para la oración del Rosario en esta peregrinación. Esta XX edición estaba marcada por la lluvia persistente y fuerte de esta semana. Todos viendo al cielo y vino la sorpresa. Un confiado inicio, quizás tembloroso, pero con una reflexión. Rezamos por la paz, pensando no solo en la situación en Ucrania, sino, en las 30 guerras que existen en este momento. Con un lazo blanco en la solapa, en un silencio sorprendente, pusimos el corazón en aquellos que han dejado sus hogares, que no volverán a casa, que caminan sin rumbo, que les hacen promesas falsas, que los engañan... y nosotros solo teníamos por delante 6 kilómetros, sin grandes retos, solo la posibilidad de que lloviese. Sabiendo además, que tendríamos la seguridad de volver a nuestro hogar, sentarnos a la mesa a cenar y dormir en cama caliente.
Cuarenta peregrinos salimos después de rezar el primer misterio en Lamosa, el segundo en Corzós, el tercero en Prado da Canda, el cuarto en Fonte da Prata y el quinto en Franqueira.
La celebración de la Misa fue a la Virgen María, Reina de la paz, con una paloma en el centro y las ramas de olivo y las flores como signo de nuestra oración
Gracias de corazón a todos los que habéis participado.
Nos unimos Begoña y Antonio en vuestra oración por la paz
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