Es una obra de gran plasticidad y colorido, viveza y resuena desde su interior la alegría propia de un día de fiesta como tantos que se dedican a la patrona de este santuario. El centro lo ocupa la imagen en su carro procesional y todo está circundando su presencia. En cada personaje se desenvuelve un momento de emoción a la salida del templo. Hasta la estampa del estandarte está decorado con la máxima delicadeza. Quizás en otra obra posterior se puedan ver los demás personajes que configuran esta tradicional escena, como son los danzantes y gaiteiros.
La salida de la procesión es una línea horizontal formada por los distintos personajes, incluidas las vacas que tiran del carro. Como velas de un navío irrumpen hacia el cielo, la Virgen con su colorido, el estandarte y la cruz y abriendo la marcha el pendón procesional. El granate del interior de la puerta atrae la vista del espectador y que contrasta con el gris de la piedra en el que se dibuja la hermosa portada del santuario. La luz del mediodía ilumina creando los juegos de sombras que hacen sobresaltar los detalles de la obra.
El cuadro e suma a la gran lista de obras artísticas que tienen a la Virgen como protagonista, no solo pintores, sino también literatos, que se han inspirado en esta antigua imagen para dejar navegar su imaginación.
Queremos manifestar desde este santuario nuestro más sincero agradecimiento por haber plasmado con su pincel a nuestra Madre bendita, Nosa señora da Franqueira. Deseamos que ella le ayude a lograr buenos éxitos en su vocación artística.
Lemos, firmante del cuadro, que tiene en su recorrido pictórico muchas obras religiosas y retratos de varios Papas, como el recientemente colgado en el Palacio de Congregaciones en Roma del Papa Francisco y del celanovense Monseñor Frai José Rodríguez Carballo.
Este cuadro de la Virgen de AFranqueira saliendo de su santuario en el tradicional carro tirado por bueyes, es el remate del malogrado proyecto denominado "Detrás das pegadas do Mestre Mateo", que según señala el comisario de la iniciativa, Manuel Estévez, no vio la luz a causa de la pandemia y que está integrado por 11 pinturas de grandes dimensiones e inspirado en la iglesia de San Xulian de Ventosa en tierras de A Golada, conocida como la "Catedral del Románico de Galicia".
"Detrás das pegadas do Mestre Mateo", proyecto en el que estuvo trabajando Javier Lemos, fue concebido para 'viajar' por diversos espacios museísticos situados en el Camino Francés desde Roncesvalles hasta Santiago de Compostela con parada en el municipio riojano de Ventosa para una un hermanamiento cultural entre las dos poblaciones del mismo nombre y costumbres.
Este cuadro de A Franqueira de Lemos se suma a otra pintura de gran formato firmada por el artista cañicense, Diego de Girález
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