lunes, 15 de agosto de 2016

MATER MISERICORDIAE



Lucas  1,39-56

1.- Madre. Así te llamamos, María, porque así te lo ha encomendado tu hijo. Eres nuestra Madre y como a todas las madres te ponemos en lo alto, colocamos tu retrato en los lugares más destacados, los llevamos con nosotros como recuerdo de tu presencia. Madre que nos gusta recordarte en todas las etapas de tu vida, cuando joven respondiendo sí al ángel; cuando saliendo al encuentro de tu prima Isabel, cuando dando a luz a tu Hijo, cuando mujer que huye para salvar de la muerte a la criatura, cuando mujer sencilla de pueblo, cuando madre dolorosa, cuando madre de la Iglesia. Nos gusta ponerte rostro hermoso, ojos dulces, mirada profunda, manos orantes, belleza sin igual. Nos gusta decir que eres la más guapa, la que mejor nos comprende. Así Madre que sabes quienes somos y que estás siempre con nosotros.

2.- Misericordiosa, porque extiendes tu manto de ternura para refugiarnos y ponernos bajo tu protección. Porque eres ternura entrañable que cantas las misericordias del Señor y proclamas su grandeza. Misericordiosa porque extiendes tu ternura sobre tus hijos perdidos por el pecado, porque sabes cunado nos quedamos sin el vino de la alegría y de la esperanza. Porque sabes que muchas veces la tristeza del hombre viene por haber abandonado la gracia y dejarse llevar por el pecado.

3.- Elevada. Así, en el cielo, que no está lejos y que no es inalcanzable. Ahí en la gloria, asunta a lo más alto del amor, alcanzando la cumbre de la comunión, coronada de la bienaventuranza de la que vive la pobreza de espíritu, la mansedumbre, la misericordia. Así la quiero ver yo alegre, sí, la mujer alegre, sonriente, tierna, dulce, así, en el cielo.

Feliz día de la Asunción
Javier Alonso
A Franqueira
15-08-16

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