REFLEXIÓN PARA EL DÍA 6º
FAMILIA, HOGAR DE SANACIÓN
Ahora se nos pone a prueba. El anuncio de prolongar quedarnos en casa por la salud de todos nos dejó un poco perplejos. Pero después de todos estos días ya vamos adquiriendo costumbres, hábitos y también virtudes que nos ayudan a llevarlo con mejor cara. La misma sociedad va adquiriendo las herramientas más adecuadas para la situación. Nos ha cambiado la vida. Y nos ayudará a cambiar también nuestra vida.
Creo que es importante que valoramos el trabajo en común y el reconocimiento de lo que a veces pasa desapercibido. Hace unas semanas, acompañando a una persona me hablaba de sus citas médicas, de las pruebas que le tenían que hacer, de los problemas de salud... y yo le contesté. ¿Cuántas veces te operaron? Y me contesta que unas cuantas. Pues gracias a ellos estás vivo, le afirmé. Sí; ese consejo, la receta, las pruebas, ahora parecen poco , y por esto necesitamos poner nuestra aportación al Bien Común de la sociedad.
Ahora consideramos cada pequeño gesto como importante. Y considero necesario vivir en nuestra casa como lugar terapéutico, lugar de sanación y de vida. Así se nos pide.
Valorar el tener un ritmo de vida, de horarios que nos obligan a no vivir desordenadamente, sino con una exigencia de tiempos para algo. No necesariamente productivo. Se destierra que solo hay que hacer cosas para que sirvan para algo. No. Un tiempo para cada cosa y una cosa para cada tiempo.
El cuidado de los más frágiles, no solo los que están en casa, sino también los que no vemos, pero con los que nos podemos comunicar.
El diálogo de nuestra organización. Elaborar un proyecto. Algo tan fundamental en nuestra vida y que el ritmo frenético de la vida nos ha agotado. Ahora tenemos un objetivo común, que es también imagen de a dónde quiero llegar en la vida
Valorar lo pequeño, cada gesto. Ahora ves lo que tienes y es un tesoro, las personas con las que estás o con las que compartes aunque sea de lejos esta situación y solo puedes decir gracias. Ahora sabemos el trabajo que da organizar el menú de cada día para casa, tener previsión de lo que necesito
Espacio sagrado. Convertimos nuestra casa en lugar de encuentro con el Señor en el templo del Espíritu Santo que somos cada uno. Cada domingo especialmente, y cada día dedicamos un momento de encuentro con el Señor. Participar en la Eucaristía desde el salón de casa exige también una ascesis. Sin entretenimientos, sin distracciones, estamos convirtiendo el espacio y el tiempo en encuentro, y así lo hacemos al ponernos en actitud de oración.
No quiero olvidarme de las familias que viven situaciones de dolor y sufrimiento, de ruptura o problemas. Es tiempo de sanación, es tiempo de salvación.
La familia es en esta circunstancia tabla de salvación. La familia nos está salvando.
Xabier Alonso
No hay comentarios:
Publicar un comentario