domingo, 30 de junio de 2024

EL OBISPO EN MEDIO DE SU PUEBLO

 
EL OBISPO EN MEDIO DE SU PUEBLO

Jesús está en medio de la gente

El pasaje del Evangelio nos muestra a Jesús rodeado de gente, la muchedumbre lo apretuja. El Papa Francisco, comentando este texto dice:
Jesús buscaba a la gente. Y la gente le buscaba a Él: la gente tenía los ojos fijos sobre Él y Él tenía los ojos fijos sobre la gente.
Pero la multitud no es para Jesús una masa anónima. Él individualiza, fija la mirada en cada persona, en sus problemas y esperanzas.

La fe cura y salva

La fe de Jairo, que de manera pública le ruega por su hija, y la fe de la mujer que padece hemorragias, que a escondidas se acerca a Jesús pensando: “con solo tocarle el manto curaré”, son el requisito para sanar a la mujer y revivir a la niña. La fe en Cristo es fuente de vida.

El obispo hace las veces de Cristo y actúa en su nombre (CCE 1558)

Como Cristo, el obispo está en medio de su pueblo; es el buen pastor que conoce a sus ovejas y es conocido por ellas. 
Para eso, a veces estará delante para indicar el camino y cuidar la esperanza del pueblo, otras veces estará simplemente en medio de todos con su cercanía sencilla y misericordiosa, y en ocasiones deberá caminar detrás del pueblo para ayudar a los rezagados y, sobre todo, porque el rebaño mismo tiene su olfato para encontrar nuevos caminos (EG 31).

La Iglesia cura y salva por medio de los sacramentos, que son -así lo dice el Catecismo inspirándose en el Evangelio de hoy- «como ‘fuerzas que brotan’ del Cuerpo de Cristo» (CCE 1116).

El obispo:
en cuanto principal dispensador de los misterios divinos, se dedique continuamente a desarrollar en la grey la vida de la gracia mediante la celebración de los sacramentos (ApS 143).

sábado, 29 de junio de 2024

OBISPO CON PEDRO. Comunión en diálogo


 Con motivo de la festividad de San Pedro y San Pablo vemos un aspecto importante de la vida del Obispo: su vínculo de comunión con el Obispo de Roma. No es un simple mandato de obediencia, ni una consecuencia del poder jerárquico, sino que emana de la misma configuración del colegio apostólico. Sin unidad en la diversidad se establecen criterios de poder y lo que exige la comunión es servicio y generosidad

Como consecuencia de su consagración episcopal, de la comunión jerárquica y de su pertenencia al Colegio episcopal, y como signo de unión con Jesucristo, el Obispo tenga muy en cuenta y alimente cordialmente la comunión de caridad y de obediencia con el Romano Pontífice, haciendo propias sus intenciones, iniciativas y alegrías, acreciendo también en los fieles los mismos sentimientos filiales.(AS 14)

Nuestro nuevo obispo, como todos, está llamado a la escucha y al diálogo, intra eclesial reconociendo la voz del Espíritu que está siempre llamando a una continua reforma en fidelidad al Evangelio, y un diálogo ad extra, que es acoger los signos de los tiempos de la realidad del mundo y hacer propuestas en comunión con toda la Iglesia, comenzando con Roma. Para que se viva en comunión debe haber escucha y propuesta, caminar juntos en diálogo fraterno.

Pidamos por nuestro pastor a San Pedro y San Pablo

jueves, 27 de junio de 2024

OBISPO PADRE Y PASTOR

OBISPO PADRE Y PASTOR
A la luz del misterio de Cristo, Pastor y Obispo de las almas (cf. 1 P 2, 25), el Obispo comprenderá cada vez más profundamente el misterio de la Iglesia, en la que la gracia de la consagración episcopal lo ha puesto como maestro, sacerdote y Pastor para guiarla con su misma potestad.

El Obispo debe manifestar con su vida y ministerio episcopal la paternidad de Dios; la bondad, la solicitud, la misericordia, la dulzura y la autoridad moral de Cristo, que ha venido para dar la vida y para hacer de todos los hombres una sola familia, reconciliada en el amor del Padre; la perenne vitalidad del Espíritu Santo, que anima la Iglesia y la sostiene en la humana debilidad.

Configurados en Cristo Sacerdote, Profeta y Rey, todos los bautizados hacemos presente con nuestra vida la vida de oración y la participación de la acción litúrgica de la Iglesia; anunciamos la Buena Noticia y visibilizamos en la caridad la presencia del Reino. D. Antonio, será como obispo, el que nos ayude a realizar en todo el Pueblo de Dios esta triple misión que nace en Dios mismo.

miércoles, 26 de junio de 2024

SAN PAIO MARTIR

 


Hoxe celebramos ao noso infante mártir Paio. Cativo, posiblemente, pois non era máis que un neno de trece anos, pero enorme a súa valentía, ao ofrecer o seu corpo como testemuña de fe diante de quen lle requería deixase o amor dos amores, Cristo Señor. A nosa Diocese de Tui-Vigo contempla a gloria dos seus fillos no signo dun mozo que é exemplo de entrega xenerosa. Este 26 de xuño de hai ben séculos, pois o acontecemento sucedeu no 925, na Córdoba dos califas a voz rexia estrondou e fixo fortes aos febles e quen podería ser derrotado foi vencedor no martirio.

Moitas igrexas en Galicia levan o patrocio de Paio, e o seu nome é signo de entereza e arraigo. Hoxe celebramos a gloria de que foi amado, e sendo así querido, deunos testemuña de amor. Nesta tarde soalleira no santuario da Franqueira honramos unha pequena reliquia deste valente conveciño da nosa terra galega. 

Nenos e mozos mirade,como a mocidade non é impedimento, para ser testemuña de fe dun poder tan fero. Entregados a Cristo temos moito que aprender, deste neno de aldea, el santo nos ha facer


martes, 25 de junio de 2024

OBISPO FUNDAMENTO DE COMUNIÓN

OBISPO FUNDAMENTO DE COMUNIÓN
  "Cada uno de los obispos, por su parte, es el principio y fundamento visible de unidad en sus Iglesias particulares" (LG 23). Como tales ejercen "su gobierno pastoral sobre la porción del Pueblo de Dios que le ha sido confiada" (LG 23), asistidos por los presbíteros y los diáconos. Pero, como miembros del colegio episcopal, cada uno de ellos participa de la solicitud por todas las Iglesias (cf. CD 3), que ejercen primeramente "dirigiendo bien su propia Iglesia, como porción de la Iglesia universal", contribuyen eficazmente "al Bien de todo el Cuerpo místico que es también el Cuerpo de las Iglesias" (LG 23). Esta solicitud se extenderá particularmente a los pobres (cf. Ga 2, 10), a los perseguidos por la fe y a los misioneros que trabajan por toda la tierra.

Una de las tareas fundamentales en el ministerio episcopal es la de ser vínculo de unidad. Fijaos la carga de profundidad que tienen este número del catecismo, el obispo es principio y fundamento visible de unidad. Número que se recoge del Concilio Vaticano II. No nos unen pues las ideas ni solo los proyectos o estrategias, los planes o planteamientos... esos son medios. La persona del obispo, unido a todos, creará vínculos de comunión (principio) que nace del ser mismo de comunión eclesial y que estará fundamentado en ser un solo cuerpo. Procurará que todos seamos llamados a trabajar unidos en la tarea del Reino

Es tarea de todos desterrar diferencias, limar asperezas, evitar posturas lejanas, para encontrar puntos de encuentro.


lunes, 24 de junio de 2024

OBISPO, PERSONA EN CRISTO


OBISPO, PERSONA EN CRISTO 

Cuando los ministros de Cristo actúan en comunión, actúan siempre también de manera personal. Cada uno ha sido llamado personalmente ("Tú sígueme", Jn 21, 22; cf. Mt 4,19. 21; Jn 1,43) para ser, en la misión común, testigo personal, que es personalmente portador de la responsabilidad ante Aquel que da la misión, que actúa "in persona Christi" y en favor de personas: "Yo te bautizo en el nombre del Padre ..."; "Yo te perdono...".

A todo consagrado, comenzando por el bautismo, se nos pide que toda la persona esté inundada del carácter de la llamada que ha recibido. Uno no actúa solo, sino en unidad en Cristo, configurado con los mismo "sentimientos" de Cristo, en su palabra, en su mirada, en su gesto... todo transparenta en la persona, en su ser, lo que Cristo ha realizado en cada uno.

El obispo será Antonio, con su historia personal, su forma de ser y expresar, que por la acción del Espíritu, se dejará domeñar por el amor de Dios. A todos nos toca dejar a un lado la visión únicamente humana para poder relacionarnos en el Espíritu. Todos, el obispo y cada uno, debemos ser dóciles al amor.


domingo, 23 de junio de 2024

OBISPO EN UN COLEGIO DE HERMANOS

OBISPO EN UN COLEGIO DE HERMANOS

Desde el comienzo de su ministerio, el Señor Jesús instituyó a los Doce, "semilla del Nuevo Israel, a la vez que el origen de la jerarquía sagrada" (AG 5). Elegidos juntos, también fueron enviados juntos, y su unidad fraterna estará al servicio de la comunión fraterna de todos los fieles; será como un reflejo y un testimonio de la comunión de las Personas divinas (cf. Jn 17, 21-23). 

El Obispo es por lo tanto, miembro de un colegio, pero no al modo del colegio de abogados o arquitectos, sino una colegialidad que nace del mismo ser de Dios, fundamento de la comunión y del ser Iglesia en camino. Es la continuación de la vida apostólica respondiendo a la llamada del Buen Pastor

D. Antonio nos dice en su mensaje: "Me incorporo a una Iglesia de larga tradición de hombres  y mujeres que vivieron y viven su fe sembrando evangelio y construyendo el Reino. No caminamos solos, ni por libre: vamos juntos, en familia, ayudándonos unos a otros"

sábado, 22 de junio de 2024

ESCUDO E LEMA DO BISPO ELECTO DE TUI-VIGO



ESCUDO E LEMA DO BISPO ELECTO DE TUI-VIGO

ESCUDO

O escudo episcopal de Mons. Antonio Valín Valdés foi deseñado polo historiador e xenealoxista D. Eduardo José Pardo de Guevara y Valdés.

Brasonaxe:
De azur, unha estrela de ouro sobre dúas ondas de prata, acompañadas de catro rodelas de goles, cargados dunha cruceta de prata, tres intercalados e un na punta.

O mesmo D. Antonio explica o escudo dicindo:
A estrela. Alusión a María, Stella maris. A figura e a devoción mariana na miña traxectoria sempre foi importante, igual que na diocese da que veño ena que chego. Está no centro do escudo, ben visible, para  manifestar a importancia a esta alusión, e para recordar ese "faro" que nos acompaña e
guía ata Cristo. 
As ondas. Referencia ao mar, presencia no pobo natal, e nas dioceses que me configuran, Mondoñedo-Ferrol e Tui-Vigo. Mar que fala da inmensidade de Deus e da Casa común, regalo de Deus, e dos traballos e esforzos de tantos irmáns que viven, loitan e morren no mar. Mar que une realidades e
culturas diversas, que fala de diálogo, encontro, comuñón, de fraternidade.
As cruces. aluden ao liñaxe dos apelidos, liñaxe familiar.

LEMA

O escudo está enmarcado na parte inferior polo lema "Caritas Christi urget nos" (2 Cor 5, 14). 
Esta frase, segundo D. Antonio: recórdanos que no amor de Deus, manifestado en Cristo, é o lugar esde o que achegarnos e abrazar ao mundo enteiro, Este amor é o que enche os nosos corazóns e o que nos impulsa a anunciar o Evanxeo e o Reino de Deus. O amor de Cristo é o que nos impulsa a saír e achegarnos a todos, a sermos discípulos amados por Deus e misioneiros desta Boa Nova. Esa caridade
lévanos a comprometernos na transformación da realidade e con cada persoa; a ter un corazón universal aberto ao próximo, a todos, e unha delicadeza especial cos máis desfavorecidos da sociedade, que en palabras de Vicente de Paúl, son "os nosos amos e señores". Todo desde ese amor; todo con ese amor, nada sen ese amor.

O lema do seu episcopado está esculpido en pedra na fachada do Colexio da Milagrosa de Tui fronte á Igrexa Catedral

OBISPO, GUIA DE FE Y CARIDAD

 OBISPO GUÍA DE FE Y CARIDAD


En la foto Báculo del tesoro de San Rosendo Obispo de Mondoñedo y uno de los grandes santos de nuestra Galicia

Estos cuatro domingos que restan a la celebración de la consagración episcopal de D. Antonio Valín, la diócesis de Tui-Vigo centra su comentario de la palabra dominical en distintos aspectos de la tarea y misión del obispo. En este, a la luz del relato de la tempestad calmada recogemos las siguientes ideas:

Vamos a la otra orilla
Cruzar el mar es iniciar un nuevo Éxodo para un nuevo pueblo, es atreverse a dar el salto a lo desconocido y dejar las seguridades.
El mar, criatura de Dios, simboliza las fuerzas que solo Dios puede dominar.
El mundo, creado según el modelo divino, es una trama de relaciones (Cf. LS 240). Es la realidad histórica que desvela nuestras fragilidades. Cristo conduce al pueblo, renacido de la pascua, a ser comunidad de fe y fraterna en el amor.

La fe libera de miedos e inseguridades
El mar es el entorno habitual de algunos apóstoles. Se sienten seguros de sus capacidades y confiados en su pericia. La tormenta suscita miedos y dudas, por eso claman a Jesús.
Cristo conduce, custodia y hace nacer la fe de sus discípulos en Él. El discípulo, por la fe, se entrega entera y libremente a Dios (Cf. DV 5). Y La fe viva actúa por la caridad (Cf. CCE 1814).

“Caritas Christi urget nos” (2 Cor 5,14)
D. Antonio eligió como lema de su episcopado las palabras de S. Pablo que hoy leemos en la segunda lectura. Es la caridad de Cristo, reflejada en la caridad pastoral del obispo, que hace renacer cada día en su pueblo la fe.
El Obispo juzgue, realice, soporte todo a la luz de la fe, e interprete los signos de los tiempos para descubrir lo que el Espíritu Santo dice a las Iglesias para la salvación eterna (ApS 39).
El obispo será para su pueblo maestro de fe. Él:
tiene el deber de infundir confianza y proclamar ante todos las razones de la esperanza cristiana. El Obispo es profeta, testigo y servidor de dicha esperanza (PG 3).
Unido a la cruz de Cristo, el obispo desarrollará su compromiso de custodio de la fe, vínculo de unidad y bondadoso con los pobres (Cf. Ritual de Ordenaciones 40).

OBISPO, SIERVO EN CRISTO

OBISPO, SIERVO EN CRISTO 

Seguimos el camino de conocer más a fondo el ministerio del obispo y así, prepararnos a la llegada de nuestro nuevo pastor, D. Antonio 

 El carácter de servicio del ministerio eclesial está intrínsecamente ligado a la naturaleza sacramental. En efecto, enteramente dependiente de Cristo que da misión y autoridad, los ministros son verdaderamente "siervos de Cristo" (Rm 1, 1), a imagen de Cristo que, libremente ha tomado por nosotros "la forma de siervo" (Flp 2, 7). Como la palabra y la gracia de la cual son ministros no son de ellos, sino de Cristo que se las ha confiado para los otros, ellos se harán libremente esclavos de todos (cf. 1 Co 9, 19).

Resulta complejo que, en una sociedad marcada por los títulos, prestigios, honores, poderes, capacidades, resultados e influencias, el carácter fundamental del ministerio en la Iglesia sea el del servicio. Éste con la identidad de siervo, de esclavo, a imagen, configurado a Cristo, que se hace esclavo, último, siervo... el que lava los pies dando ejemplo, que da su vida por la salvación, que se humilla a sí mismo. El siervo, para ser en Cristo, debe dejarse lavar por el mismo Señor.

Ser obispo, imagen de Cristo pastor, que da su vida por el rebaño, confiere a la comunidad cristiana un sentido único de ser significativo en la entrega en un mundo competitivo. 

viernes, 21 de junio de 2024

OBISPO, UN REGALO DE FE


 Nadie puede conferirse a sí mismo la gracia, ella debe ser dada y ofrecida. Eso supone ministros de la gracia, autorizados y habilitados por parte de Cristo. (Catecismo 875)

Todo nos es dado, y la gratuidad y el agradecimiento está presente en cada instante de la vida del creyente. Igual que Jesús, acepta la generosidad del padre que lo entrega y destina todo para la salvación, entregando a su Hijo y donándonos por él la gracia del espíritu. Hemos sido llamados por amor a la fe, y, por amor recibimos las ayudas necesarias para vivir esta fe. La comunidad cristiana recibe en sus miembros los dones y carismas que despliegan con su acción el carácter servidor del Pueblo santo, de forma que, a nadie le falte lo necesario para la salvación, la realización humana de su existencia, el cumplimiento de su vocación y su participación en la construcción del Reino.

Recibir a nuestro nuevo obispo es también reconocer que Dios nos bendice con un hombre, elegido entre los hombres, creyente y servidor, para hacer posible que crezcamos en nuestra fe y la edificación de la civilización del amor. Recordemos lo que nos dijo en su primer mensaje: Me gustaría que me sintierais como un hermano que quiere participar de vuestra vida y que quiere hacer camino con vosotros, compartiendo lo que sois y esperáis. Quiero compartir lo que yo soy, mis ilusiones, esperanzas, la alegría de la fe y la pasión por el Evangelio y el Reino del Señor, especialmente con los más pobres y descartados de nuestra sociedad. Sueño con una Iglesia en la que todos y todas, cada uno con su sensibilidad y aportando su grano de arena, se sienta convocado, partícipe y responsable en esta nueva etapa sinodal que vivimos en la Iglesia, a la que tantas veces nos convoca el Papa Francisco.

miércoles, 19 de junio de 2024

OBISPO DEL PUEBLO DE DIOS

 El ministerio del Obispo nace de la voluntad de Dios en la configuración de su Cuerpo que es la Iglesia, manifestación del mismo Cristo. Jesucristo es Aquél a quien el Padre ha ungido con el Espíritu Santo y lo ha constituido "Sacerdote, Profeta y Rey". Todo el Pueblo de Dios participa de estas tres funciones de Cristo y tiene las responsabilidades de misión y de servicio que se derivan de ellas. El Obispo, sacerdote por excelencia en la Iglesia Diocesana, realizará, en comunión de vida y amor, esta tarea con todo su pueblo.

Al comienzo de la ordenación del obispo, un presbítero dice al que preside "Reverendísimo Padre, la Iglesia de Tui-Vigo pide que ordenes Obispo al presbítero Antonio.

Me parece una frase genial. Condensa la fuerza de la unión de la Iglesia en nuestra Diócesis que reconoce en el candidato al que será su pastor. Una comunión de esperanza que se integra en todo el cuerpo universal de la Iglesia.


domingo, 16 de junio de 2024

ACOGIDA, AMPARO Y VITALIDAD


Seguimos la lectura del Marcos en la palabra que se proclama este domingo en la Eucaristía. Jesús enseña los Misterios del Reino de Dios. Lo hace con parábolas. De esta forma nos ayuda, a través de ejemplos de la vida diaria, a comprender la grandeza del Reino como acción de la Gracia en cada uno de los creyentes y de la comunidad peregrina, que es la Iglesia. Hoy nos lo muestra con las parábolas de la semilla. Primero la semilla que se pone en la tierra y va surgiendo la vida que se abre enérgicamente, que crece con vigor y la fruto. El Reino es vida.

La segunda de las parábolas es la semilla de mostaza. La más pequeña entre las semillas. Que se pone en la tierra, crece y se convierte en un arbusto al que acuden los pájaros para anidar y refugiarse. Quedémonos con esta última idea. El Reino:

Nace en lo pequeño. No es opulencia, prestigio o grandeza. Necesita un rinconcillo para ser depositada. Es puesta en tierra, en la realidad, entre nosotros, en el mundo.
Abre caminos de esperanza, pues no se encierra en si mismo. Es camino de vida que comienza, que no se detiene, aunque no se vea.
Crece con vigor por la fuerza del amor. Se extiende abriendo oportunidades.
Al Reno están llamados a encontrar refugio, acogida, amparo y abrirse a la vida "anidando".

Que cada uno de nosotros y la Iglesia de Jesús, seamos muestra de la vitalidad del Reino abriendo también, con la fuerza de la Gracia, oportunidades de amparo a quien está desprotegido, refugio al que es desterrado, cuidados al que está débil.

El árbol de la Vida, la Cruz es donde nuestro corazón encuentra refugio y esperanza

Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios. esta antigua oración nos invita a invocar a María como signo del Reino que se entrega para la vida de todos los hombres.

Feliz Domingo.
Xabier Alonso



domingo, 9 de junio de 2024

ESTAR EN CASA

 

ESTAR EN CASA

El domingo 11 de febrero era el VI del tiempo ordinario y estábamos leyendo el evangelio de Marcos de forma continuada, aunque estábamos en el primero de sus capítulos, con la narración de la curación de un leproso. Hemos vivido con intensidad estos meses con la cuaresma, preparación de la Pascua, una Semana Santa renovadora y el acontecimiento de la Resurrección durante 50 días. Estos dos domingos, aunque insertados en semanas del Tiempo Ordinario, nos han ayudado a desgranar la presencia y acción del Señor, presencia en el Misterio de su ser en la Santísima Trinidad y, Misterio de su amor en la Eucaristía, como este pasado viernes, Misterio de su Misericordia en el Corazón de Cristo.

Hoy reiniciamos los domingo Ordinarios. Retomamos la lectura continua de San Marcos. Estamos en el segundo de sus capítulos. Retomemos la escena. Jesús continúa su acción sanadora, es presencia del Reino que anuncia, y lo hace con la cercanía a los últimos: leprosos, endemoniados, paralíticos. Lo hace en tiempo y forma fuera de toda ley según los puristas. Y no está solo. Ya le acompaña un grupo de discípulos que ha ido aumentando. Los importantes, legisladores y protectores delas esencias de la fe según ellos, permitidme que fuese así la voluntad de Dios, comienzan no solo a cuestionar su predicación, sino su forma de actuar, lo que hacen sus seguidores y lo que peor llevan que la gente le sigue y va tomando forma que pueda ser el Mesías Salvador. Lo inmediato al texto de este domingo es la elección de los doce apóstoles, para estar con él y expulsar al maligno. 

Ahora están en casa. Las calumnias crecen contra Jesús. Lo consideran enviado por Satanás. Hasta sus parientes tienen dudas de su cordura. Es un texto puente para indicarnos como cada personaje se posiciona en el argumento. Cada uno va decidiendo quien es Jesús y lo que significa. Y a pesar de que podamos ya ver tramas de violencia contra el Señor, nada se pierde. El mal no va a vencer. No podemos pensar que pueda ganar la división, que es lo que busca siempre el maligno. Ni vencerá la violencia verbal que utilizan los extremistas. Ni tendrá la última palabra la falsa compasión que excluye considerando al bueno como raro, o al justo como alguien fuera del mundo, o al honrado como alguien fuera de si. Aunque no era nadie, un artesano de un pueblo como Nazaret, la Palabra se proclama para todos, la siembra se desparrama con generosidad y lo pequeño va generando cambios sorprendentes como veremos el próximo domingo.

La falta de perspectiva de todo el Plan de Dios, la visión cortoplacista, las opciones inmediatas, urgentes y sin una mirada de fe se convierten en ausencia de Espíritu. Es negar el lugar de Dios en la vida de las personas y de la historia, que es lo que exigen Adán y Eva, autonomía sin Dios, elaborar su proyecto sin su amor, desterrar al Creador de la creatura, expulsar al Padre de la Casa de todos. Regenerar la obra de Dios comienza con el primero de los mandatos de la fe de Israel, ·escucha". Y esto es lo que hace posible recrear una nueva relación, una nueva familia, un nuevo pueblo. "Mi madre, mis hermanos, son los que escuchan la palabra".

Hermanos y hermanas, demos gracias por ser llamados a vivir en su hogar. Jesús nos lo dice desde una casa, el lugar don de comenzaron a reunirse los primeros cristianos, recordando que ya somos su familia, hijos e hijas. De vuelta a casa del Padre misericordioso.

domingo, 2 de junio de 2024

ABRIR CAMIÑOS DE ESPERANZA

ALI ONDE NOS NECESITAS ABRIMOS CAMIÑOS DE ESPERANZA

Estamos a celebrar a Solemnidade do Santísimo Corpo e Sangue de Cristo. Unha festa que nos lembra a centralidade do Señor Xesús, que, con xesto e palabras, fai visible e alentador o amor entrañable de Deus. Noné unha verba baleira e ausente da realidade, non un xesto asètico que deixe indiferente. Todo o que Xesús di e realiza leva consigo unha transformación da realidade, comezando coa mesma condición humana que se mergulle no ser de Deus e o infindo de Deus que se fai accesible ao limitado dos homes. Xesús di unha palabra "isto é o meu corpo.. isto é o meu sangue... face isto en memoria miña", e o acompaña, na versión xoánica, cun xesto porse de xeonllos diante dos seus discípulos e lavararlle-los pes. Xesto humillante á vista deles, xesto noble no corazón de Cristo. Xesto que segue a ser ensinanza vital para quen quere encamiñar a vida cara o amor pleno.

O celebrar esta festividade, convídasenos a que poñamos a nosa ollada na caridade que exerce a Igrexa da man de Cáritas nos seus diversos servizos. Non é unha ONG, nin unha institución máis, é e pretende seguir sendo a expresión da caridade da comunidade cristiá. Os cristiáns non so damos resposta ás demandas que se nos presnetan por parte das persoas, senón que queremos ser resposta ás inquedanzas máis fondas do seu humano que se sente necesitado na súa integridade, e non so do que precisa no ámbito material, senón na necesidade máis fonda que abra camiños para seguir esperando de forma activa o que está chamado a ser.

Pensemos cada un de nós por un intre cales son as necesidades dos nosos concidadáns ás que poidamos acudir para sermoas acompañantes do camiño da vida. Pois o que necesita pode pedir ou non axuda, pero, nós temos que ser testemuña, de palabra e cos xestos, de que o tesouro de amor que levamos en cacharros de barro, é un compartir fraterno que se coverte nun ben para todos.

Camiños de esperanza que son accións compartidas que nacen do protagonismo da persoa que, aínda que sexa por recunchiño, albisca unha pequena luz que rompe as tebras e deixa facer