DIA 17: CONSTRUIR COMUNIDAD

 

DIA 17: CONSTRUIR COMUNIDAD

Dentro de pocos días saldrán de sus hogares miles de personas a realizar el camino de peregrinación al Santuario da Nosa Señora da Franqueira. Todos lo hacemos con ilusión y deseos de encontrarnos en la casa de la Virgen. Caminamos con nuestra identidad de parroquia, con nuestras imágenes, presididos por la Cruz procesional que encabeza las comunidades.  No dejamos lo que somos, sino que enriquecemos la comunidad celebrativa y expresamos nuestro agradecimiento en un coro armonioso de voces que cantan su alabanza a Dios. Estas peregrinaciones son signo de nuestra propia vida en camino. No lo hacemos solos. Venimos con nuestras familias y amigos, vecinos y los que vienen de tantos lugares a unirse con nosotros. Un sentido de fiesta y alegría lo inunda todo. Es el deseo de que el mundo sea un canto de bienaventuranza y unidad que se expande a los cuatro puntos cardinales. Las peregrinaciones vienes desde todos los lugares y se unen, del camino de A Cañiza, del camino de O Covelo, del camino de Mondariz, del camino de As Neves, del camino de Arbo, y de tantas parroquias lejanas. Todo se hace cuesta arriba con un esfuerzo que se fortalece con el deseo de llegar hasta el santuario. Hombres y mujeres, de todas las edades, como una gran familia.

Y María, como en una gran cenáculo, nos une en una sola plegaria. ¡Que grande es nuestra fe! No importa si eres rico o pobre, obreros y trabajadores, servidores públicos o jubilados, estudiantes o ancianos... todos, todos somos bienvenidos, acogidos, escuchados, confortados, fortalecidos. Todos traemos en nuestro corazón la ofrenda de la vida, la tierra buena que está preparada para ser sembrada por la Palabra de Dios, alimentados por el Pan del Cielo. Así venimos, con lo que somos, con nuestra historia y nuestros quehaceres cotidianos. Cruzamos hermosos parajes que nos unen a la tierra, nos hacen contemplar la hermosura de la vida. Y María nos dice "haced lo que Jesús os diga". Escucha. este es el mandato. escuchar. Dejamos los ruidos de los miedos y las perturbaciones y acogemos la palabra serena de la Madre.

Esta es una vez más de construir comunidad, parroquia, familia, pueblo, y ser Pueblo santo de Dios que se postra en humilde adoración y proclama sus maravillas. Construir comunidad que se acerca al que padece, al triste y golpeado por la vida, al enfermo y al que está en paro, al migrante y desterrado, y abrazarlo porque somos hermanos y hermanas. 

Virgen María,
madre de Jesús,
Madre nuestra, Madre de familia
y Madre de la familia humana.
Hoy vengo
-con el corazón abierto-
para recibir de ti los consejos que necesito,
para vivir con espíritu de convivencia.
Necesito convivir mejor en casa.
Necesito una sociedad más humana.
necesito aceptar a mis semejantes.
Quiero que tu ejemplo me ilumine.
Los testimonios dados a lo largo de tu vida,
me ayuden a ser más sencillo,
y a aceptar las limitaciones personales.
Que me acerque a mis hermanos con el deseo
de aprender algo de ellos.
Que me acerque más a ti
para salir fortalecido
en este empeño de llevar adelante
,mi proyecto de vida cristiana
en una sana convivencia y armonía.