DIA 15. VIDA ESPIRITUAL
Hay vidas de leyenda que llenan libros de aventuras. Hay vidas mitológicas que son enseñanzas abiertas a todos. Hay vidas de aventura que inspiran adentrarse en lo desconocido. Hay vida heroicas que despliegan la entrega más generosa. Vidas caritativas que se ponen en el lugar del otro y son servidores. Hay vida martiriales que son ofrenda por causas nobles o generosa donación por la justicia o muestra del amor más absoluto. Hay vidas ocultas que en silencio construyen un mundo mejor. Hay vidas nobles que no doblegan ni tienen miedo. Creo que cada uno podemos ver ejemplos que nos han sobrecogido y habrá muchos más que nos darán cuente de valores que son imitables: constancia, vitalidad. alegría, entereza, transformación, superación. También reconocemos las vidas que se hunden en las miserias más oscuras y toda dificultad es poca porque se van acumulando los problemas.
Pero, ¿qué es la vida espiritual? Y vemos esas estampan dulces de santos y santas viendo con los ojos al cielo, ausentes de todo, como rostros que se paralizan ante una aparición de ángeles. Pensamos en personas inmunes, que se quedan sin respuesta, o más bien lo trascienden en un "sermonear" que aleja toda lógica o razón y se mide por la providencia de una forma ciega. (Perdonad que ponga extremos) Ser espiritual no significa ser raro, ni extrahumano, ni flojo, ni que huela a inciensos y se quede extasiado. Sino, ser heraldo del Espíritu, que transpira a Dios por sus poros y refleje su luz en su mirada, pero en las cosas de la vida. Sus decisiones son duras como las de una persona sin fe, pero su paso es firme como quien está abrazado por el amor; sus palabras son evangélicas no solo porque cite la Biblia, sino porque la Palabra de Dios está viva en sus conversaciones; su comprensión es a raudales, no porque sea ingenuo, sino porque ve en el corazón de los demás a un hijo de Dios y un hermano. La vida espiritual se llena de la escucha de Dios, que lo ve en todo, como un amigo habla con un amigo; que agradece todo lo que ha sido, espera confiadamente lo que vendrá y vive el momento como una oportunidad.
Y María es vida y vida en el Espíritu. Todo lo que hemos leído aplícalo en María ya ahí la verás.
Madre, maría:
Quisiera vivir mi fe,
con la entereza que Tú la viviste.
Ilumina mi mente
en los momentos de oscuridad
por los que puedo atravesar en la vida.
Dame fortaleza para afrontar todas las dudas,
para que pueda,
con mi experiencia y dolor
ayudar a mis hermanos.
Quisiera entregarme a Ti y a tu Hijo
con una fe fuerte, serena, confiada,
para llenar mi vida
de la interioridad que necesito.
Heraldo= Mensajero
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