SANTÍSIMA TRINIDAD
La grandeza de Dios es en su accesibilidad desde lo inmenso de su amor. Hoy reafirmamos nuestra fe en Dios, Padre-Hijo- Espíritu Santo, unidad en el amor que se devela, pues Dios no se cierra ni encierra, sino que se revela y nos desvela. Nos revela su misma identidad y nos desvela el misterio del hombre como persona humana, imagen y semejanza.
En el atrio de la iglesia santuario de A Franqueira está colocado un monumento que contiene un dibujo muy sugerente para este día, un símbolo que procede de la tradición irlandesa y muestra un nudo entrelazado con tres elementos que se entrecruzan con un círculo.
Te tres fotos del mismo monumento. Uno no deja ver lo que hay detrás porque está cubierto de niebla. El otro desvela la montaña que estaba oculta. Es la fe. El encuentro con el Misterio de Dios nos permite intuir lo que se esconde, aunque no lo veamos con claridad, pero somos conscientes que existe, está, y es bello, grandioso. Al lucir el sol, llenarse del calor de su fuerza, es posible que se despejen las nieblas, y todo se llena de infinitud. Permite no solo ver la montaña que estaba oculta, sino además, el cielo abierto, que se hace provocativo de un deseo de los más grande.
Está, y desea que levantes la mirada y veas la infinitud de su amor. Y lo hace en el recorrido de la historia.
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