Hoy Jesús a invita a los suyos a orar para que el Padre envíe obreros a su mies. Esta petición se identifica con la insistente oración por las vocaciones. Es mucha la tarea que nos queda por hacer y en Jesús está el modelo del evangelizador, tal y como nos lo presenta Mateo.
1º: La atención a los excluidos. El endemoniado mudo representa a los que está fuera, a los "descartados" que dice Francisco. Aquel hombre, atado por el mal, es rechazado, nadie le ayuda, ni se preocupan, es una amenaza para todos, tiene que estar fuera para no dañar. Hoy tenemos a muchas personas alejadas de la sociedad porque consideramos que son una amenaza para el buen funcionamiento social: personas poseídas por el alcohol, las drogas, por una situación personal viciada porque ya no tienen esperanza, los que son un estorbo porque no trabajan, los que son deficientes y no producen, los enfermos que ya no hay nada que hacer y son un gasto. Una sociedad como la que se está construyendo destruye el bien común y la igualdad entre sus miembros.
2º: Jesús produce admiración pero también rechazo. Hoy el consagrado, como los misioneros, es visto como un héroe, pero separado del resto de la Iglesia, así como las instituciones caritativas de la Iglesia, como algo "extraño" a ella. Porque lo normal es el desprestigio de los miembros de la misma, o sus afines. Igual que el rechazo a Jesús, hoy, no está de moda, ni está bien visto, ni da caché ser sacerdote. Gracias a Dios, porque, sinceramente a veces prefiero que sea así, porque se purifican las motivaciones y por lo menos no pueden decir que uno es sacerdote porque queda bien socialmente o te va a arreglar la vida. Descubrir la vocación sacerdotal de un joven es adentrarse en el corazón valiente y jovial de quien quiere arriesgarlo y entregarlo todo.
3º: El evangelizador está en camino. Jesús recorría pueblos y ciudades, salía al encuentro del hombre. El discípulo tiene que moverse, ir de puerta en puerta, recorriendo los caminos del hombre para acompañar al hombre en su peregrinación.
4º: Anunciando y curando. Palabra y acción, alimentar el corazón y sanar la vida de los hombres. Así actuaba Jesús, así actúa en sus discípulos.
5º: La compasión. Jesús ve a las gentes y siente compasión pues están perdidas como ovejas sin pastor. Lo que mueve al evangelizador no son sus objetivos, ni lograr sus éxitos, ni mantener determinadas estructuras o costumbres, sino, el servicio y la entrega para que se manifieste la gloria de Dios "que es que el hombre viva".
6º. La oración es la mejor campaña vocacional. La oración es la toma de conciencia de la realidad. No vale de nada estar lamentándose continuamente de que no hay vocaciones si no dedicamos un tiempo a pedir al Señor. Una petición, la vocacional, que nos llama a decidirnos por impulsar una cultura de la vocación: en las familias, con los jóvenes y niños, en la comunidad.
Rogad pues.
Nosa Señora da Franqueira, axúdanos a descubrir nos corazóns en búsqueda dos xóvenes a chamada que o teu Fillo segue a facer para seguilo, estar con el e anunciar o Evanxeo.
Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
07-07-15
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