jueves, 23 de julio de 2015

20 AÑOS NO SON NADA. GRACIAS , SEÑOR





Bendito sea el Señor porque ha visitado y redimido a su pueblo.

Hoy es un día muy especial para mí y para cuatro compañeros más: Vidal, Santi, Gonzalo y Moncho. Hace 20 años, a las 5 de la tarde, el Sr. Obispo, el muy recordado D. José Cerviño, por medio de la imposición de manos que representa la efusión del Espíritu, impartía el sacramento del Orden Sacerdotal a los que entonces éramos unos jóvenes decididos a vivir el ministerio presbiteral en la Diócesis de Tui- Vigo. 
20 años no son nada y es un momento para dar gracias a Dios. Os pido que os unáis a mí y a mis compañeros en esta acción de gracias al Padre. El, en Cristo, nos llamó para ser sus amigos, para estar con El, para escucharle y anunciar su palabra, para hacer llegar su Gracia, para manifestar su misericordia, para ser en el Espíritu imagen, icono del Buen Pastor.
Hoy la Palabra del Evangelio tiene una frase de Jesús, que, desde hace años, a partir de unos ejercicios espirituales está muchas veces presente en mi vida "sin mí no podéis hacer nada". Dentro del contexto en el que pronuncia estas palabras, que es la última cena y en el discurso oración de despedida de sus discípulos, nos deja una de las claves de la vida sacerdotal y de la vida cristiana: la unidad en Cristo de quien procede toda acción. Pues es una tentación en todos, pero muy especialmente en el sacerdote, buscarse a sí mismo, intentar agradar a todas, mantener un prestigio, lograr éxitos y loores, ser admirado y honrado. Pero la vida te enseña que las alabanzas de este mundo no son nada y es deseo que no podemos olvidar que somos llamados a dar gloria y alabanza a nuestro Dios. Nuestra vida no es más en hacer cosas, sino, en vivir con intensidad, transmitir la alegría del Evangelio, manifestar el Reino. El que vive en Cristo es criatura nueva y, como tal, lleva también las señales de haber muerto en El para vivir la misma resurrección.
Hoy, aniversario de mi ordenación sacerdotal, os pido una oración por mí y por mis compañeros. Una oración agradecida. Por favor en mi nombre pedid perdón al Señor por mis pecados, pedidle para mí la fuerza necesaria para ser fiel al Señor y seguir en su senda. Os doy las gracias por anticipado. Y también rezad por las parroquias a las que estoy al servicio.

Nosa Señora da Franqueira, vela polos sacerdotes e protéxenos.

Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
23-07-15

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