Salió un sembrador a sembrar.
Hoy el evangelio nos relata la interpretación que hace Jesús de su propia parábola. Y no tenemos mucho más que añadir, solo que seamos tierra buena, que abandonemos la dureza del camino, evitemos el robo de la palabra por el tentador, profundicemos y busquemos en el fondo la constancia necesaria para alimentarnos, desterremos la seducción de las riquezas y los afanes de la vida, y, eso sí, seamos tierra buena.
¿qué impide entrar a Dios en nosotros?, la dureza de nuestro corazón; ¿qué impide que lo que recibimos con alegría no se afiance?, ser efímeros, vivir superficialmente conformarnos con lo inmediato, vivir en lo acelerado de lo que imponen como moda; ¿qué ahoga la palabra?, las riquezas y hacernos esclavos de ellas y querer lograrlo todo, tener un afán desmesurado por todo, alcanzarlo todo. ¿cuál es el modelo de acogida?, María. Ella, dejándose arar por el Espíritu revela la profundidad de un corazón que acepta, preparada desde los siglos es tierra fértil que da el fruto excelso de la salvación. ¿Tendría tentaciones?, por supuesto, pero supo alejarse y alejar a quien destruya. ¿tendría miedos y dudas?, por supuesto, pero supo ver en lo profundo de su alma, comprobar en el diálogo íntimo cuán adentro llega Dios y nos hace llegar a nosotros. ¿sintió las dificultades de la pobreza?, claro que sí, pero reconoció en ella la libertad de corresponder a quien se hace pobre para enriquecernos.
Nosa Señora da Franqueira, axúdanos a defendernos do mal, a buscar no profundo do ser, a ter a libertade da pobreza e dicir si.
Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
24-07-15
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