domingo, 26 de julio de 2015

CINCO PANES Y DOS PECES



Comieron todos, se saciaron y sobró.

Hace tres domingos, Jesús, enviaba a sus discípulos de dos en dos para anunciar la conversión, sanar al hombre de sus dolencias y sufrimientos, y, liberarle de las ataduras del mal. El domingo pasado volvían los discípulos y Jesús, después de invitarles a descansar, les muestras que, a pesar del cansancio, de no tener tiempo ni para comer para atender a tantos que venían, nos muestra su corazón compasivo de Buen Pastor.
Hoy, toda esta muchedumbre, 5.000 hombres, más las mujeres y los niños, esto es, una multitud inmensa de gente para aquella época y para hoy, están en descampado y con hambre. Como el pueblo de Israel por el desierto liberados de las esclavitudes que les imponían, el pueblo del que Dios, compasivo y misericordioso, tiene predilección y los lleva a la tierra prometida. Ese pueblo alimentado por el maná del cielo anuncia al que hoy es saciado por la multiplicación. El joven que tiene 5 panes y 2 peces no se los guarda, sino que, lo que tendría para comer lo entrega, y el Señor obra el milagro.
¿Qué estoy dispuesto a entregar al Señor?, Lo que me sobra o de lo que tengo para que multiplique y llegue hasta saciar. Jesús obra el milagro de lo aprendemos de pequeños cuando los padres de dicen a los niños "no seas egoísta, reparte con tu hermano", pero cuando crecemos ¡como cambia nuestro discurso!, parece que si no pisas te pisan, si no guardas te roban, si repartes eres tonto. Jesús obra el milagro de la presencia del Reino, así, donde impera la sinrazón, Jesús sorprende con la acción de la gracia. 
Es domingo, día de Eucaristía, donde el Pan único y partido llega a todos pues es el alimento del Pueblo santo de Dios. Hoy nos acercamos a la mesa del Reino para extender nuestras manos y recibir el Pan eucaristizado, el Cuerpo de Cristo, Pan de vida eterna.
Tus cinco panes y tus dos peces llenarán cestos de alimento para la muchedumbre del mundo pues multiplica el Señor la generosidad del pobre. 

Nosa Señora da Franqueira, ti es xenerosa connosco e entrégasnos o teu Fillo, axúdanos a saciar a nosa fame de Deus.

Hoxe que celebramos a San Xoaquín e Santa Ana, os pais da Virxe María, enomendemos á súa protección aos avós e avoas.

Feliz domingo
Javier Alonso
A Franqueira
26-07-15

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