jueves, 19 de febrero de 2015

ENCONTRAR Y GANAR, PERDERSE Y PERJUDICAR


El texto con el que finaliza el evangelio de hoy es, seguramente, uno de los que ha llevado a conversión a más de un santo famoso, y es que, la palabra de Jesús sigue siendo un llamada intensa a lo secreto de nuestro corazón. El texto de San Lucas de hoy tiene dos pequeños discursos de Jesús que están dirigidos a dos grupos de oyentes: los discípulos y a toda la gente.
En el primero nos revela la meta del camino a Jerusalén: la pasión, la muerte y la resurrección. No oculta a los más íntimos que su misión es el amor total y pleno, que será rechazado, que el triunfo está en la derrota, que la muerte es camino de vida, que sin la entrega no hay fe, que el Señor padece y se compadece. Esta cuaresma es caminar detrás del que hace la subida del calvario, es seguir la marca que va dejando en el suelo un pesada cruz que abraza con amor y pasión. Un Cristo sin cruz es un dios sin amor.
La segunda parte del discurso va dirigido a todos y hace una llamada a acoger la cruz, negarse a si mismo, perder la vida, identificarse con El y arriesgar y amar. Y finaliza con la frase más incisiva: "¿de qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica así mismo?". Por eso esta cuaresma es encontrarse consigo mismo, conocerse, aceptarse y reconocerse como tesoro del Señor. Esta cuaresma es ganarse a si mismo, perdiendo, entregando, olvidando, dando. 
¿Qué quieres ganar?. ¿El mundo entero?, ¿tanta es la ambición del hombre que piensa ganarse a todo el mundo?. Y es que teniendo nada nos creemos poseedores de todo, siendo poco no consideramos los dueños y señores de todo.Para el mundo el primero y más  importante no es solo el tenerlo todo, sino el desearlo todo. Es más el que tiene más amigos, más prestigio, más honores, más éxito, más, más, más... y el Señor se hizo pobre, último, el que no cuenta, se hizo pecado, humillación, culpable, y solo y abandonado, y sin nada, desnudo, crucificado. La cruz es el abrazo de Dios que se abre ante el mundo para tomarlo todo y amarlo todo.
La cuaresma es hacer esta larga y lenta peregrinación interior en la que nos negamos a nosotros mismos, para encontrar y ganar, encontrarnos a nosotros, a Dios, al hermano; y ganar, porque la victoria es de Cristo en la pascua.

Nosa Señora da Franqueira ayúdanos a abrazar la cruz.

Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
19-02-15

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