miércoles, 24 de diciembre de 2014

NAVIDAD: IR CORRIENDO Y ENCONTRAR



Hace unas semanas, cuando daba comienzo el Adviento, una de las indicaciones que hacía en la hoja parroquial era que estábamos iniciando un camino para llegar al encuentro. Así, Dios sale al encuentro del hombre, en su Hijo, por el Espíritu, recorriendo ese "trayecto" que creemos infranqueable e inmenso entre lo divino y lo humano, cuando ha quedado todo inmensamente insertado, recuperando lo que el Creador había iniciado. El camino interior de una joven muchacha de Nazaret que abandona sus proyectos para acoger los de Dios. El camino para hacer presente al Salvador, ya en su vientre, poniéndose al servicio de su prima Isabel y, llenar aquel hogar, de la alegría que hace saltar hasta el cielo "Bendita tú entre las mujeres". El camino de José, que descubre en los sueños el sueño de Dios, y tiene que encaminarse hacia lo imprevisible y lo inmenso del plan de Dios. El camino de la joven pareja de enamorados que llevan como un tesoro el amor engendrado y humanado, y salen hacia Belén, ciudad de Pan, para buscar donde iluminar al mundo con la Paz. El camino de los pastores que salen corriendo y encuentran, dejan sus rebaños, caminan en la noche, se abandonan también ellos en lo inimaginable que se hace presencia. El camino de los magos, que guiado por la luz de la estrella, buscan, preguntan, investigan, y adoran. Sus ofrendas son signo de lo que será ese niño, son nuestra ofrendas de lo que el niño quiere de nosotros. El camino de Jerusalen, ya lli, los ancianos Simeón y Ana, el pueblo de Israel que espera, lo que parecía ya caduco se renueva y lo viejo se rejuvenece. El camino de María y José que huyen y son refugiados, inmigrantes, extranjeros en tierra extraña. El camino a Nazaret para vivir en el silencio y la discreción, el tiempo de espera de un Dios que nos espera.
Esta es la travesía de la Navidad, llena de la inmensa luz que nos envuelve y nos arrebata el sueño para que todo suene a cantos de alegría y gozo. Peregrino de la vida comienza a caminar para llegar a Nazaret, a Belén, a Jerusalén, a Egipto, al Hogar del carpintero.
Solo una cosa: "MARÍA MEDITABA TODAS ESTAS COSAS Y LAS GUARDABA EN SU CORAZÓN"
Feliz Navidad a todos.

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