lunes, 1 de julio de 2024

OBISPO QUE MIRA AL CIELO CON LOS PIES EN EL SUELO

OBISPO MIRANDO AL CIELO CON LOS PIES EN EL SUELO


 En virtud de la comunión con Cristo Cabeza, el Obispo tiene la estricta obligación de presentarse como el perfeccionador de los fieles, es decir, maestro, promotor y ejemplo de la perfección cristiana para los clérigos, los consagrados y los laicos, cada uno según su particular vocación. Esto debe llevarlo a unirse a Cristo en el discernimiento de la voluntad del Padre, de manera que “el pensamiento del Señor” (1 Co 2, 16) ocupe enteramente su modo de pensar, de sentir y de comportarse en medio de los hombres. Su meta debe ser una santidad cada vez mayor, para que pueda decir con verdad: “Sed mis imitadores, como yo lo soy de Cristo” (1 Co 11, 1). /AS 34)

El Obispo debe ayudarnos a todos a ejercitar una sano y santo discernimiento. Nos jugamos mucho, esto es, descubrir juntos la voluntad de Dios, ser fieles al evangelio, servir como Cristo, adentrarnos en el Espíritu, y él nos debe ayudar llevando el timón y oteando el horizonte.

Este es el momento, el “ahora” en el que con el Evangelio en la mano, poniendo los pies firmemente en la tierra y el corazón en el cielo, estamos llamados a reflejar el rostro más hermoso de una Iglesia que quiere ser madre pobre, casa de todos, discípula y misionera; una Iglesia en la que todos se sientan en casa y en familia. (Mensaje de D. Antonio)

3 comentarios:

  1. Amén. Dios permita que así sea!

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  2. Nos debemos sentir todos interpelados tanto los que formamos parte de la iglesia como los que no, pues en definitiva, todos somos hijos de Dios, y la labor es hacer el mundo que Dios quiere que sea. Un abrazo

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