¡Señor, sálvanos, que nos hundimos!
Hoy, la barca que lleva a los apóstoles cruzando el mar, conoce la inseguridad y el miedo a la muerte. Aquellos fuertes marineros y pescadores, tiemblan de miedo y se postran ante un Jesús dormido en medio de la tempestad. Las seguridades humanas se ven fracasar y eso les lleva a interrogar al mismo Señor. Si se hunde la barca Jesús también se hundiría con ellos. Si perecen Jesús también. El correría la misma suerte que sus discípulos. La llamada a la fe que les hace, que nos hace hoy, es que para cruzar el mar, pasar a la otra orilla y conocer al Señor, hay que estar al borde de la "muerte", ver su rostro, conocer nuestra propia fragilidad, enfrentarnos a nuestras inseguridades, gritar de miedo. Entonces sí que podremos decir ¡Señor sálvanos!. ¿Quien ha llegado a ese extremo?.
Es lo que san Pablo nos dice al declarar "ya no soy yo, es Cristo quien vive en mí". No vivimos cada uno, sino es el Señor el que habita en nosotros y, por Él, somos salvos.
Cristo asume los miedos de los hombres en la cruz.
Oremos en este día por los que tienen miedo, por los inseguros, por los que solo se agarran a sus cosas, conocimientos y planteamientos. Oremos por cada uno de nosotros y crucemos a la otra orilla.
(Mateo 8,23-27)
Nosa Señora da Franqueira, estrela que nos guía, alenta as nosas travesías.
Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
30-06-15
Por supuesto QUE ME IMPORTA .....Tiene toda la razón este escrito , así es la vida .Necesitamos aprender mucho para llegar a ese momento de transición .
ResponderEliminarYo he estado al borde de la muerte .No llegué a tener miedo por mi persona , pero sí a MORIR dejando a una criatura inocente y pequeña abandonada a su suerte , con su padre quien desafortunadamente no es capáz de arreglarselas con nuestro hijo por sí mismo . Una medicación con muchísimos efectos secundarios casi termina con mi vida , recetada por médicos para paliar los terribles dolores que padezco desde hace 5 meses , sin siquiera ver ningún resultado a un corto plazo . Le rogué a Dios , a la Virgencita y también a mis padres , que no me llevaran tan pronto , que me permitieran criar a mi hijo , verle crecer , ver como progresaba en sus estudios , ver como se hacía un hombre de provecho , como se casaba con el amor de su vida , como tenia hij@s y poder yo conocer a mis niet@s .....Luego ya llegaría el momento . No puedo abandonar este mundo sin antes ver que mi hijo sabe y puede valerse por sí mismo ......La Virgencita me ayudó . Sigo VIVA , Esa experiencia tan traumática en la incluso llegué a ver cómo mi difunta madre me extendia su brazo dándome su mano , me hicieron ver la vida con otros ojos .Mi hijo que siempre ha sido mi prioridad ha pasado a ser no sólo eso sino que no puedo vivir ni un minuto separada de su lado ....Excepto cuando se trata de la escuela , clases de música , gabinetes psicopedagogicos etc. Mi tiempo ha pasado por entero a dedicarme a él aun más si cabe .....Amo a mis tres hij@s . Pero SOLO ESTE , es quien me ha visto sufrir , quien a pesar de su corta edad , se ha preocupado por mí e incluso me ha ayudado muchísimo más que nadie . Es mi razón de vivir , me siento muy orgullosa de este niño tan deseado por mi marido y yo , que Dios nos ha concedido hace ya 8 añitos , Solo pido que Dios y la Virgencita lo bendigan y me lo permitan disfrutar por muchísimos años mas .....Gracias por permitirme ser FELIZ A SU LADO !
Querida en el Señor:
EliminarNo es fácil saberse limitada y colgada de un hilo en el que la vida se nos presenta con una fragilidad a la que se le añade una rebeldía por la injusticia de no comprender el por´que nos pasan muchas cosas. La valentía nace del olvidarnos de nosotros mismos para poner toda nuestra vida al servicio de los demás. No somos imprescindibles, pero ¡tan necesarios!. El Jesús que va en el barco, pasando la tempestad de nuestras vidas, va dormido, y nos duele esa supuesta indiferencia. Pero si no se despierta también se puede ahogar con nosotros. El nerviosismo ante la tragedia no puede mermar la fe, sino, hacerla aún más clara. Señor sálvanos, pues, sin ti nos vamos a pique.
Gracias por tu testimonio tan claro y vivo. Damos gracias por todo lo que el Señor nos enseña en la vida.
muchas gracias.
Un saludo
Javier