miércoles, 20 de mayo de 2015

TESTAMENTO: ESTAR EN EL

Altar donde se celebrará la Misa Solemne de la Romería de Pascuillas

Cristo ha resucitado. Aleluya

El evangelio de hoy está encabezado por la misma palabra de los dos días anteriores: "Jesús levantando los ojos al cielo, oró diciendo Padre Santo". Así es nuestra oración con Jesús, elevar, no para ausentarnos, sino para tener la mirada limpia del cielo y abrir el diálogo Padre Santo. Elevar para saber que la relación es vertical, hacia el cielo. Pero la intercesión de Jesús es contemplando, mirada horizontal, la realidad de sus discípulos y pidiendo que la unidad en el amor del Padre y el Hijo se realice, por el Espíritu, en nosotros. 
Jesús, que nos ha dado la gloria, glorificados en el Hijo, caminemos hacia la unidad entre nosotros. Así podemos llamarnos hermanos, hijos en el Hijo, y serlo de verdad.

Ya quedan pocos días para que esta pequeña aldea da Franqueira se convierta en una multitud de gentes venidas de todas partes. Y una misma fe, una misma devoción, un mismo sentir nos une. Venimos en peregrinación para unirnos en la plegaria con María, y, que mejor que pedir la unidad tan deseada. Unidad para estar con el Señor. Unirnos para reconocer nuestra vida necesitada de perdón. Unidad para dar gracias por tantos regalos recibidos en la vida. Unidos para cantar las glorias del Señor. Unidos para celebrar que ponemos la vida como la mejor ofrenda, en Cristo al Padre. Unidos para ser testigos de su amor ante el mundo. Unidos en la alegría de los que confían. 

El lugar donde se celebra la Romería de Pascuillas es una colina desde la que elevamos nuestra oración al cielo. Desde allí se ve el santuario, la montaña da Paradanta y la vista se pierde hasta el Atlántico con la desembocadura de Miño. El cielo y la tierra se unen en el Misterio de la Eucaristía.

Nosa Señora da Franqueira, peregrina da fe, ti es amellor mostra de vivir unidos a Deus.

Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
21-05-15

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