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| Pascuillas 2014 |
Cristo ha resucitado. Aleluya
Desde pequeños hemos aprendido a ser competitivos. Si quedas atrás eres menos, no vales, eres torpe. Si no juegas bien al fútbol, o a otro deporte que esté de moda, pobrecillo. Si no eres avispado, graciosillo, el hazme reír parece que eres menos niño. (A veces los padres o lo abuelos presumen de las cosas más absurdas, pero el cariño es así, que le vamos a hacer). Pero curiosamente, si no sacas buenas notas, eres un poco pillo, pues los padres se enfadan, pero los compañeros te ponen como líder, eres "el gallito, no la gallina, de la clase". Si eres el que pones en ridículo al que juega mal o tiene un defecto físico, o es un poco más lento, pobre de él. En cambio, aunque no seas el mejor, pero le echas más cara al asunto, vaya si eres el admirado.
La admiración del mundo por los buenos es fugaz, transitorio, frágil, porque el que es bueno, se le puede hacer un homenaje, que queda muy bien, y de vez en cuando se le cita, para quedar muy fino. Os voy a poner un ejemplo. Me sorprende el número de personas que citan la vida de la Madre Teresa de Calcuta, es un icono de la caridad, pero imitar su radicalidad, o asomarse a sus pensamientos, descubrir sus motivaciones, ya es más complicado de verlo. Alguna vez tengo ganas, disimuladamente, de preguntar, si saben donde nació, o donde vivió, o si han enviado algún donativo a su obra. Lo mismo me pasa con el Papa, ahora somos todos "bergolianos", con la noticias que nos dan de vez en cuando, nos hemos formado un perfil, pero, cuantos cristianos rezan y se preocupan seriamente de su llamada a la conversión, cuantos han participado en la 24 horas de oración y penitencia, cuantos han leídos un discurso completo. Y todos ponen como criterio de lo que debe ser la Iglesia citando al Papa. Y si lo dijo, muy bien, y si no lo dijo, no lo vamos a discutir.
El mundo se aprovecha de la bondad, pero para su beneficio. Hasta los más ricos, que pudieron hacer sus riquezas con la injusticia y con el silencio consentido de todos, limpian su expediente con fundaciones que los hacen buenos a los ojos de los demás.
Jesús ha vencido al mundo, porque deja en evidencia su pecado. Vence haciéndonos partícipes de su victoria. Ahora es tiempo de saber que la victoria no se logra con la lucha, en la que hay vencidos y vencedores; pues al que hay derrotar, al mal, nosotros no somos capaces, sino solo el amor de Dios. El vencedor, el Resucitado, está glorificado, ahora la victoria es es vencido por el amor.
(Juan 16,29-33)
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Nosa Señora da Franqueira, axúdanos a recibir do Espírito a conversión do noso corazón ao amor de Deus.
Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
18-05-15
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