lunes, 18 de mayo de 2015

HACER BALANCE


Cristo ha resucitado. Aleluya

Muchas personas están presionadas en su trabajo por los resultados que les imponen. Están bajo presión para lograr una meta, muchas veces ajena a sus deseos, y de la cual tiene que dar los mejores resultados. 
También los hay, que, en su fuero interno se han impuesto un ideal, a veces imposible, que les hace verse muy frágiles por no lograrlo. Los hay que viven obsesionados por tener éxito en sus amistades, o en su familia, o en la vida social, para ser el mejor. 
Cristo, en su oración la Padre que recoge el evangelio de hoy, hace un resumen de cual era su misión: conducirnos a su amor. Lo ha entregado todo y es glorificado por el amor con que lo ha hecho todo. Su balance, a la vista del mundo y con el paso de los siglos, podemos pensar que es un fracaso. Fue aniquilado como un rebelde, fue ajusticiado como un criminal, pero la victoria no es la del mundo, sino, la de Dios. Al despedirse sigue manifestando que su misión no ha terminado, continua en los que reciben la vida de la Gracia por El. Por eso, sus discípulos, nosotros no solo buscamos imitar la vida del fundador de una institución muy loable, sino, la de dejarnos ser en El y que el sea en nosotros. La glorificación de Cristo continúa en su Iglesia, por ella, es glorificado, pues cuando sus miembros abrazan la cruz y viven en resurrección Cristo está siendo glorificado. 
Cada uno, guardianes del amor de cristo, manifestamos ante el mundo que el Reino está en medio de nosotros. 
Ahora, también hagamos balance, no con criterios de los hombres, sino, con la gracia del Espíritu. Hemos recibido la vida nueva nacida de la cruz, sepultada en la propia muerte, elevada junto a Dios. Ahora estamos en Dios y en El llevamos la vida.
(Juan 17,1-11)

Nosa Señora da Franqueira, axúdanos a facer o camiño da vida deixándonos conducir polo mesmo Espírito, como ti o fixeches.

Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
19-05-15

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