martes, 5 de mayo de 2015

LA PAZ


Cristo ha resucitado. Aleluya

"La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo."
Seguimos el capítulo 14 de San Juan. Jesús dialoga durante la última cena con sus discípulos. El sabe de la necesidad del corazón del hombre de la auténtica paz. No la del mundo, frágil, inestable, condicionada, negociada, provocada... porque la paz del mundo es a base de tratados y negociaciones débiles y sujetas a decretos. Así se les llama, tratados de paz o firma de la paz, pero después del sufrimiento de la guerra, de la violencia, de los ataques y defensas, de muertes e injusticias. Los que hacen las guerras, la mayor parte, no van al campo de batalla, pero los que sufren las guerras no disfrutan de la paz. Porque los vencidos son denigrados, y los vencedores, estarán orgullosos y con miedo de sufrir venganza. Nadie en su sano juicio desea la guerra, pero todos nos llenamos la boca hablando de paz, aunque sea subidos a un carro de combate y con un fusil en la mano.
El saludo hebreo, Shalom, es la palabra que utiliza Jesús. Os dejo la paz. Pero no es un saludo formalista como el usado habitualmente, un deseo de bienes materiales y de buena suerte, o de que te vaya bien en la vida o que seas feliz. Sino, que la paz de Jesús, es la vida que entrega. Podría ser que El nos dice "os doy mi vida". Su vida es paz, porque nos da lo que el hombre necesita para encontrar la paz: ser rescatado del pecado y de la muerte, el perdón, el amor, la VIDA. Dando su vida nos da la vida nueva. 
Jesús ha librado la dura batalla contra el enemigo y ha vencido, el "Príncipe del mundo" como le llama en el texto. Y ha renovado el pacto, la Alianza, nueva y eterna, sellada con su Sangre. Es el mismo Dios que logra la paz para el mundo, no la que el mundo busca, sino la que puede sanar el corazón del mundo, si el hombre se lo permite. 
(Juan 14,27-31)

Nosa Señora da Franqueira, raíña da paz, roga por nós.

Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
05-05-15

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