"Como no veáis signos y prodigios no creeréis". Esta palabra de Jesús en el texto de San Juan de este lunes de cuaresma, es, una invitación a descubrir la fe en la realidad ordinaria, en el día a día, sin esperar signos o milagros excepcionales. Si para que cada uno de nosotros tuviésemos que tener delante de nosotros un milagro, sí, un gran milagro que nos convenciera. O bien serían millones los hechos milagrosos para que cada uno los viésemos, o no tendríamos fe. Claro, me vas a decir el milagro de la vida, la creación, las estaciones y el espacio, la bondad del hombre, la grandiosidad de la historia. Sí, pero, aquel hombre del evangelio, venía desesperado porque su hijo estaba a la muerte. ¡Cuántas dudas nacen de que Dios no me concede lo que le pido!, cuanta fe abandonada por los caminos del sufrimiento del hombre, cuantas preguntas sin respuesta, porque nos hacemos preguntas que al mundo ni le importan.
Jesús nos hecha en cara nuestra incredulidad, y esto, nos lleva a perder la esperanza porque levantamos el ancla buscando nuevos sentidos perdiéndonos por los mares del mundo, y agota la caridad, porque uno si no tiene claro a quien sirve, se cansa de servir sin Señor. Y hacer el bien sin fe agota al más generoso.
Yo te digo Señor: "Dame un milagro para creer,".
Mira el reloj, ¿qué hora es?
Hoy es el día del Señor, hoy es el tiempo de la misericordia. Hoy estoy para tí.
Nosa Señora da Franqueira, signo da humanidade nova, roga por nós.
Por cierto, rezad mucho por las vocaciones sacerdotales
Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
16-03-15
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