Tranquilos no voy a hablar de economía.El evangelio de este martes nos relata, ante la pregunta de Pedro "¿Cuantas veces tengo que perdonar?, ¿hasta siete veces?", la respuesta de Jesús "setenta veces siete". Y el Señor cuenta la parábola de la deuda contraída por varias personas, a la cual se les perdona, pero el que es malvado con su igual y lo condena por una miseria que le debía. Dios es misericordioso con las deudas que tenemos con El. Recordemos las palabras del padrenuestro "perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a quien nos ha ofendido". La relación con los demás es el hilo conductor de nuestra relación con Dios, y viceversa, la relación con Dios es el que nos abre la relación humana, sí, humana, porque necesitamos aprender a ser auténticos, en nuestra relación con los demás.
Pero,. hagamos cuentas. Cuando era pequeño, mi madre, me mandaba a la tienda del barrio a buscar alguna cosa que necesitaba. No me daba dinero, pero me decía que se lo apuntasen. Y así era. Quedaba anotado en la libreta que la tendera tenía con el nombre de cada uno de sus clientes. Mi madre era la que después saldaba las cuentas.
En la libreta de las anotaciones que tiene Dios es mucho lo que nos dispensa: vida, familia, la fe, la Iglesia, los amigos, la historia de la Salvación, una lista infinita de acontecimientos en los que es sobradamente generoso, y que nos regala hasta lo que no pedimos y nos desborda con lo que nos sorprende. Pero también Dios a través de estos, la vida, la fe, la familia, la historia, la Iglesia, continuamente nos entrega, el amor, la amistad, la fidelidad, el consuelo, la paz, la entrega, la escucha, la sanación, otra lista interminable. Todo, por su Hijo, en el Espíritu.
Y mis entregas a cuenta, son tanto con El, como en los demás, muy egoístas, centrándome en lo que yo quiero y no en lo que recibo.
Queridos amigos, a mí no me salen las cuentas, porque es más de setenta veces siete donde veo el perdón de Dios y su misericordia, porque no es un apelativo, sino su identidad. El es perdón, es misericordia, y lo ha mostrado entregando a su Hijo para darnos la vida. Su paciencia no tiene precio y nuestra responsabilidad es corresponder a esta generosidad.
(Mateo 18,21-35)
Nosa Señora da Franqueira, nai de misericordia roga por nós.
Feliz día
A Franqueira
10-03-15
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