Poco a poco la escucha de la Palabra nos acerca a la Pascua. Este domingo se nos regala una parte de la conversación de Jesús con Nicodemo. Un regalo que es necesario aprovechar con intensidad. El Hijo del hombre es elevado, crucificado y glorificado para recibir de El la salvación. Te pido que hagas un pequeño ejercicio. Observa tu entorno, el paisaje por el que habitualmente te mueves, y descubre, en casa, en las calles, en los pueblos, la inmensa cantidad de signos que nos remiten al Señor, pero especialmente la Cruz. Las torres de la iglesias, los tejados de los horreos, los cruceiros, la cruz de un rosario, la cruz de la habitación. Muchas veces pasamos ante ellas sin darnos cuenta, están ahí. Nos hemos acostumbrado. Pero hoy contempla la cruz, esa que nos dijo Jesús los primeros días de cuaresma, la cruz de debe abrazar cada uno, la cruz que es camino de salvación, la cruz que es muestra del amor, la cruz que es glorificación del hombre en la gloria del crucificado resucitado. Contemplar no es quedarse extasiado sin saber que hacer, sino, tomar opción. Y el Señor nos lo dice hoy, optar por la luz, por la vida, la salvación, optar por el amor con el que El se entregó por nosotros. Contemplar la Cruz del que traspasaron, pues es manantial del que brota el agua de la vida.
No puedo dejar de comentar además el gozo inmenso que he sentido estos dos días compartiendo la oración penitencial con los que nos hemos reunido en las parroquias. Lo primero es dar las gracias por el testimonio de presencia, de oración, de constancia. Lo segundo es que al haber acogido esta invitación del Papa, que él nos pide 24 horas, pero como comprenderéis, aún no estamos preparados para eso, pero algún día lo haremos, quizás el próximo año. La sorpresa de que en este día el Papa convocara un Año Jubilar de la Misericordia, al cual nos adherimos ya desde ahora.
Solo una cosa más, gracias y oraciones. Sigamos rezando. Por eso he puesto la foto de esta jornada. En la Cruz la Salvación, en el altar el Alimento, Cristo está, El nos llama y quiere estar con nosotros.
Nosa Señora da Franqueira, muller de oración e vida, roga por nós.
Feliz domingo
Javier Alonso
A Franqueira
14-03-15
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