OBISPO FUNDAMENTO DE COMUNIÓN
"Cada uno de los obispos, por su parte, es el principio y fundamento visible de unidad en sus Iglesias particulares" (LG 23). Como tales ejercen "su gobierno pastoral sobre la porción del Pueblo de Dios que le ha sido confiada" (LG 23), asistidos por los presbíteros y los diáconos. Pero, como miembros del colegio episcopal, cada uno de ellos participa de la solicitud por todas las Iglesias (cf. CD 3), que ejercen primeramente "dirigiendo bien su propia Iglesia, como porción de la Iglesia universal", contribuyen eficazmente "al Bien de todo el Cuerpo místico que es también el Cuerpo de las Iglesias" (LG 23). Esta solicitud se extenderá particularmente a los pobres (cf. Ga 2, 10), a los perseguidos por la fe y a los misioneros que trabajan por toda la tierra.
Una de las tareas fundamentales en el ministerio episcopal es la de ser vínculo de unidad. Fijaos la carga de profundidad que tienen este número del catecismo, el obispo es principio y fundamento visible de unidad. Número que se recoge del Concilio Vaticano II. No nos unen pues las ideas ni solo los proyectos o estrategias, los planes o planteamientos... esos son medios. La persona del obispo, unido a todos, creará vínculos de comunión (principio) que nace del ser mismo de comunión eclesial y que estará fundamentado en ser un solo cuerpo. Procurará que todos seamos llamados a trabajar unidos en la tarea del Reino
Es tarea de todos desterrar diferencias, limar asperezas, evitar posturas lejanas, para encontrar puntos de encuentro.
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