1.- Posiblemente sea esta la expresión que más se ha escuchado esta noche en el territorio francés. Hoy estamos todos conmocionados por el ataque terrorista que se perpetró en Niza. Lo sentimos como un duro golpe en medio de la convivencia familiar de millares de personas que disfrutaban de un ambiente festivo en el día de la nación. No nos fijemos en el número, como si es uno solo, toda vida humana es importante. De la misma forma que hace ya semanas no escuchamos ninguna noticia sobre la situación de los refugiados o las familias perseguidas por su fe en Oriente medio, o los ataques a la dignidad de las personas en África o los inmigrantes en la frontera con marruecos o los naufragios en el Mediterraneo. Todo nos encoge el corazón y no puede pasar desapercibido a nuestra mirada, que, debe ser misericordiosa. Demasiados golpes para poder asimilarlos. Demasiadas emociones para que no tengamos una respuesta. Toda vida humana es única y debe ser respetada y amada, cuidada y preservada.
2.- Lee este texto del evangelio de Lucas 13, 1-5. En aquel momento se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús respondió: – « ¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque han padecido todo esto? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. O aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre de Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera». Y les dijo esta parábola: – «Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: “Ya ves, tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a perjudicar el terreno?”. Pero el viñador contestó: “Señor, déjala todavía este año y mientras tanto yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto en adelante. Si no, la puedes cortar”».
3.- Jesús no sitúa las desgracias como causa efecto del comportamiento humano, pero sí una llamada a la conversión. En el caso que nos ocupa y de tantas situaciones dramáticas, rápidamente se le pide explicaciones al mismo Dios y se le reclama daños al no "merecer tan grande castigo".
Hoy también muchos cuestionarán el estilo de vida que se lleva y la violencia que está presente en el mundo. ¿Cual será la respuesta? ¿la violencia?, ¿quién sufrirá sus consecuencias? ¿los inocentes?. Esta no es una guerra de civilizaciones, porque lo que está manchado con sangre ¿le podemos llamar civilización?. Es tiempo de convertirse a la misericordia estando cerca de todas las víctimas, orando por los violentos y llamando a la paz. El enemigo del hombre es el pecado que lleva a despreciar y anular al hermano. La paciencia de Dios es nuestra salvación y el labrador dará una nueva oportunidad a que demos frutos conforme a nuestra condición.
Nosa Señora da Franqueira acolle as víctimas de violencia e intercede polos que as provocan para que se convertan. Ti que permaneceches ao pe da cruz dalle consolo aos que están na cruz do sofrimento
Javier Alonso
A Franqueira
15-07-16
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