Mateo 13,44-46
1.- Cada uno sabe a qué le denomina tesoro. Las cosas no las valoramos solo por su valor económico, sino sobre todo, por su valor simbólico. Así, tenemos en nuestra casa muchas cosas que no son más que "trastos" pero que son un gran tesoro. En ello están reflejadas parte de nuestra historia, posiblemente, momentos decisivos. Son importantes y, además, son con toda probabilidad, gratuitos. El valor de las cosas no está en la materialidad.
2.- El tesoro encontrado en el campo y la perla preciosa son la imagen usada por Jesús para hablarnos del Reino. Les caracterizan que son encontrados, gratuitos, pero que necesitan una opción, una decisión de abandono del resto para poder adquirirlo. ¿Qué estoy dispuesto a dejar para tener al Señor?. ¿De qué "riquezas" me voy a desprender para tenerle a El?. Yo, y supongo que también tú, nos agarramos a nuestras cosas creyendo que son esenciales para nuestra supervivencia, que son lo más grande y que no podemos desprendernos de ellas. Endiosamos de tal forma las cosas, o también a las personas, que van ocupando el lugar de Dios, del Reino. Podemos cambiar a Dios por mi tiempo, mis amistades, mis vicios, mis tesoros.
3.- Optar no es fácil pero da libertad. Pero, ¿quién no quiere lo mejor, lo bueno, lo bello, lo veraz, lo auténtico?.
Nosa Señora da Franqueira, ti es o agasallo do ceo, gracias por facernos co tesouro do teu Fillo
Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
27-07-16
No hay comentarios:
Publicar un comentario