martes, 4 de agosto de 2015

SANTO CURA DE ARS




Hoy celebramos la festividad de Santa Cura de Ars, San Juan María Vianney, patrón de los párrocos del mundo. Hace pocos años se conmemoraban los 150 años de su muerte y algunos compañeros nos fuimos en peregrinación hasta Lyon para visitar la pequeña población de Ars, hoy lugar de encuentro mundial de los sacerdotes, y allí, sentir el calor de un corazón sacerdotal que se desvive por su pueblo. Una hermosa basílica adosada a la antigua parroquial guarda el cuerpo de este gran santo, en la iglesia el confesionario, el lugar donde impartía la catequesis, la imagen de la Virgen con su corazón de metal con los nombres de los feligreses de aquel tiempo, todo tal cual. En el exterior la casa rectoral con sus muebles tal y como eran, su pequeña cocina, el despacho, la habitación... una hermosa capilla guarda el corazón del santo en una vitrina. Al otro lado el orfanato para niños, una de sus mayores preocupaciones, la iglesia subterránea para las grandes celebraciones, las instalaciones para acoger a los peregrinos y las casas de ejercicios espirituales. 
Pero además de todo esto, que vale la pena visitar, junto a la ciudad de Lyon, o pasarse por Taizé,  lugar de encuentro de jóvenes de todo el mundo, o recorrer Cluny, la gran abadía que deslumbra por su grandeza, o llegar hasta Paray le Monial, el lugar de las revelaciones a Santa Margarita, donde inicia en culto al Sagrado Corazón de Jesús. Insisto, además de todo esto, lo que se respira en Ars es la sencillez de un sacerdote que desea acercar a todos al Buen Dios, como él decía. Un hombre generoso con los más necesitados. Un corazón compasivo con los que sufren y los pecadores. Unas manos dispuestas a acoger al abandonado y al que está despreciado. Una mirada cercana para el que necesita experimentar la misericordia. Una palabra valiente contra los que se aprovechan de los demás, o los que adulteran las almas limpias de los inocentes. Un cuerpo identificado con el de Cristo para sufrir con los que sufren. Hoy también necesitamos sacerdotes abiertos al mundo, generosos y alegres, decididos y valientes, evangelizadores de un mundo a la deriva y llevado por los vientos de los intereses de pocos. Necesitamos sacerdotes de oración y vida, de proyectos e ilusiones, de caridad ardiente y misericordia entrañable. Dios sigue llamando a jóvenes que quieran unirse a Él,. estar con El, vivir para El y entregarse en El. 
Hoy os invito a que la oración se dirija al Buen Dios y guiados de la mano de Buen Pastor, nos llenemos de Buen Amor del Espíritu. Rezad mucho por los sacerdotes y por las vocaciones. Rezad, rezad mucho por los jóvenes, poned todo vuestro empeño en cuidar a los jóvenes, que sean sanos, alegres, libres, decididos por lo auténtico, entregado y generosos. Amigos nos queda mucho que vivir.

Nosa Señora da Franqueira, axúda aos teus fillos sacerdotes para seren santos.

Quixera lembrar hoxe de xeito moi especial a un grupo de amigos sacerdotes que onte visitaron o santuario nas súas vacacións e celebraron a Eucaristía. Invocamos a María, causa da nosa ledicia, e pidos que nos conserve a todos a santa ledicia da vida no Espírito.

Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
04-08-15

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