sábado, 4 de abril de 2015

SILENCIO, RENACE LA VIDA

Sábado Santo, silencio expectante, abierto a lo sorprendente de la vida. Hoy la Iglesia está en silencio. Hoy Jesús, el grano de trigo en tierra, desciende a los abismos de los mortales, llega a las puertas donde reposa la humanidad caída. Las puertas cerradas se abren y entra el Cordero que pagó con su sangre nuestra libertad. Jesús, al morir por todos, nos hace partícipes de su muerte. Es el pago de la deuda contraída por los hombres, es la desobediencia que lleva a la muerte lo que él adquiere para sí. Soporta la pesada carga de nuestra inconsciencia, se pone El como rescate por nuestra esclavitud.
Ahora, en el sepulcro, no descansa, sino que actúa también en el silencio. Lo proclamamos en el credo "descendió a los infiernos". Jesús, entra en la podredumbre de la más absoluta negatividad de todo. Llega hasta lo más absurdo, lo que no llevaba más que a la muerte.
Hoy permanecemos ante el sepulcro de Jesús, en aquel huerto. En el silencio resurge la vida, porque lo bueno, lo auténtico no hace ruido, no aturde, sino que viene suavemente.

Nosa Señora da Franqueira, axúdanos a escoitar o silencio da vida.


Javier Alonso
A Franqueira
04-03-15

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