sábado, 25 de abril de 2015

EL BUEN PASTOR




Cristo ha resucitado. Aleluya.

El cuarto domingo de Pascua es conocido como el domingo del Buen Pastor.  Es el día de la jornada mundial de oración por las vocaciones. Y es que, cada uno, dejándonos guiar por Cristo, que nos ama, seguimos sus huellas y descubrimos la pasión de vivir amando y entregando nuestra vida por todos. Esta vocación nace en el Bautismo, donde el Señor, nos rescata del pecado y de la muerte, y se realiza en los carismas, la efusión del Espíritu para llevar su amor a los corazones desgarrados y la humanidad herida. Carismas que se concretizan en dar salud a los enfermos, educación a los niños y jóvenes, consuelo a los afligidos, fortaleza a los débiles, acogiendo a los excluidos, a tantos y tantos a los que hacer presente el Reino. Los sacerdotes, los religiosos y religiosas, los consagrados, todos los que hemos escuchado en nuestro interior la llamada imperante del Señor. Sí, El sigue llamando incesantemente. El sigue proponiendo una vida distinta, que no es distante, al hombre y mujer de hoy, al joven,que siente en su interior la inquietud de lo novedoso de quien lo hace todo nuevo. 
Queridos amigos, recemos mucho y con intensidad, para que siga resonando en el corazón de los jóvenes la llamada de Jesús. Es la llamada de quien quiere vivir la ventura apasionante de la vida, la donación de su ser, ser icono del amor, transformación del mundo del odio a la paz, de la injusticia a la misericordia. Que los jóvenes no se dejen liar y complicar por tantas cosas que envuelven y atrapan, como una telaraña, que emboban como un narcóticos, que adormecen haciéndolos sonámbulos pasivos en un mundo embriagador. Embarcarse en la nave de la Iglesia para sentir el riesgo de la tormenta, en la aventura de arriesgarlo todo, sí todo, todo, porque El lo da todo y nos ama en todo.
Cristo, Buen Pastor, llévanos de tu mano, guíanos en tu amor.
Señor, a Ti, te amo, te digo sí, te sigo, te entrego mi vida, mi ser, mi mente, mi corazón, mi voluntad. Haz, Señor, en mí la obra de tu bondad.
(Juan 10,11-18)

Nosa Señora da Franqueira, axúdanos a menternos sempre atentos á voz do teu Fillo.

Feliz domingo
Javier Alonso
A Franqueira
26-04-15

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