Cristo ha resucitado. Aleluya.
El otro día escuchaba que el recuerdo de la voz se olvida con mayor facilidad que el de la imagen o de las experiencias. Y, esto, me hizo pensar en las personas queridas que ya se han muerto, he intentaba recordar el tono de su voz, su sonido, su identidad. Y, sinceramente, no era capaz. Para mí supuso un golpe interior. Porque, así como, recuerdo los momentos más importantes, experiencias e historias que nos han marcado, con la voz se cernía una duda inmensa. Le di muchas vueltas uniendo esas experiencias con su fuerza y la voz de los personajes, y no fui capaz.
¿Que voz tiene Jesús para mí?. Le escuchamos en la Palabra, la Sagrada Escritura, que tiene muchas tonalidades, marcadas por la historia de la Salvación, siglos y siglos escritos con la tinta del Espíritu. Es la voz de Jesús la de la oración, en la intimidad del corazón. Es la voz de la Iglesia que proclama la Buena Noticia. Es la voz de los que sufren que piden justicia, la de Dios.
El evangelio nos dice algunas veces como habla Jesús: grita "el que tenga sed que venga", refiriéndose al Espíritu. Grita cuando expulsa a los mercaderes. Con voz fuerte clama el mar y el viento. Grita en la cruz.
Ora en el silencio en la montaña, por la noche, en el huerto de Getsemaní, en la resurrección de Lázaro. Se conmueve y habla al corazón al ver el entierro del hijo de la viuda de Naín, al ver la tumba de Lázaro, al ver la muchedumbre perdidos y cansados como ovejas sin pastor. Habla con energía al denunciar las hipocresías de los fariseos, al echarles en cara la dureza de su corazón, la cerrazón ante la injusticia. Jesús habla con alegría al referirse a los niños, a los sencillos, a los pobres. Su voz es paciente con sus discípulos a quienes les explica una y otra vez.
"Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco, y ellas me siguen".
Hoy toca escuchar la voz de Jesús.
Nosa Señora da Franqueira, espabílanos o ouvido.
Feliz día
Javier Alonso
A Franqueira
28-04-15
No hay comentarios:
Publicar un comentario