Hoy celebramos en este 18 de diciembre la feria de adviento que une la expectativa del nacimiento del Salvador y Mesías con María, protagonista por excelencia, y José que es llamado por Dios a no tener miedo a acoger a su prometida que está embarazada. Con José, queremos ser acogedores, cuidadores, custodios, que llevan, como el discípulo amado, a María para ser cuidada. ¿no es así como cuidamos a una mujer embarazada? ¿no ponemos la mejor para que esté en las condiciones adecuadas? Os habéis fijado que en las noticias de llegada de migrantes alas costas hablan de mujeres en cinta, niños nacidos en la travesía... ¡que miedo por Dios! Creo que es de las peores situaciones en las que pueda estar una mujer, que se unan la desesperación y la llegada a este mundo de una nueva criatura. Esto le pasa también a María en Belén. A nosotros nos toca hoy estar dispuestos a acogerla en nuestra casa. ¿será así?María, que sueña caminos, soñamos con ella y José, caminos de esperanza. El papa Francisco en la convocatoria del Año Jubilar nos propone que miremos el futuro con esperanza y nos invita a implicarnos en el problema de la natalidad como una pérdida del deseo de transmitir la vida, que tengamos una apertura a la paternidad y maternidad responsables y nos habla de una alianza para la esperanza, recuperar la alegría de vivir. Acompañemos a las parejas jóvenes que desean tener hijos, animemos a ser portadores de vida y esperanza, propongamos acciones que ayuden a los jóvenes a no tener miedo a acoger nuevos hijos, a ser responsables y abiertos al futuro. Seamos positivos ante las dificultades.
Soñemos con José la voluntad de Dios de acoger a María. Acoge a María en tu casa y vendrá Dios a tu hogar.
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