martes, 14 de mayo de 2019

VIRGEN MARÍA, REINA DE LOS APÓSTOLES. Virxe da Franqueira protectora de nuestra diócesis

Hoy, día del apóstol Matías, es una buena ocasión para recordar varios aspectos de la vida eclesial. Habiendo desaparecido del grupo de los apóstoles Judas Iscariote, deciden que el número de 12 debería continuar como significación de la llamada del Señor, significando el Nuevo Pueblo de Dios, el Nuevo Israel, que como las 12 tribus de Judá se constituye en pueblo elegido, nación consagrada, pueblo sacerdotal. Las doce columnas recupera su simbolismo con la elección de un nuevo miembro. Será éste elegido entre los testigos de la vida del Señor, de los que vivieron con él, pero sobre todo testigos de su pascua, de la muerte y resurrección. Es elegido en un encuentro de oración, y, a suertes entre los dos presentados para esta tarea. La oración que pronunciaron es "tú, Señor, que conoces los corazones, muestra cual de estos dos eliges para ocupar este servicio en el apostolado".
De este momento inicial de la Iglesia quiero destacar:
Somos pueblo, somos herederos de ser una comunidad de creyentes. No nos dejemos llevar por el carácter institucional de la Iglesia, sino que somo una comunidad de testigos que nace del deseo del Señor que nos ha elegido en su amor. Pueblo santo, sí, aunque nos cueste reconocerlo o descubrirlo, pues nos fijamos en los méritos, las capacidades, los medios, los resultados. La santidad que nace del que es santo, el Señor. Iglesia, asamblea santa, reunida en comunión de un Cuerpo. Iglesia construida por piedras vivas.
Las decisiones no se toman solo por necesidad, sino por inspiración y deseo del Señor. La elección de Matías nos recuerda la condición dialogante de la Iglesia, pero un diálogo en comunión, no solo entre los defensores o detractores de una determinada idea, sino un diálogo en el Espíritu. Orando, y esto es muy importante, "a quien escogiste, Señor, para esta misión de apostolado". No es a quien elegimos nosotros, sino, a quien elijes tú. ¿Hacemos este proceso en nuestras tomas de decisión? ¿somos conscientes de que lo que hacemos debe ser lo que quiere el Señor?

Esta condición de unidad es la que pido encarecidamente a María, nuestra Madre. Proclamada por el Concilio como Madre de la Iglesia. Ella dice sí al sueño de Dios de ser la madre del Salvador, es el sí de la fe, el sí de la mujer oyente. Nos invita de esta forma a que sepamos estar atentos a la voz del Señor. El nos llama. Respondamos como María a ser fecundos por la acción del Espíritu. 
María es imagen de la Iglesia que alumbra a los hijos en la pobreza del portal, rodeada de la alegría de los ángeles, entre los pobres. Los creyentes nacemos en la pobreza de nuestra condición.
María es imagen de la Iglesia que se ofrece unida a la cruz, en la fuerza de una fe que asume el proyecto de Dios.
María es imagen de la Iglesia que espera en silencio, que cree contra todo, es imagen de una Iglesia que se despierta en la mañana pascual con el anuncio de que el hijo no está derrotado, la muerte ya no es el destino final.
María es imagen de la Iglesia viva, regenerada en el Espíritu. Y esto lo vivimos en Pascuillas. No solo por la condición peregrinante de cada una de las parroquias que acuden en romería, sino por unirnos todos en una misma ofrenda, la de nuestra vida. Que presida nuestro obispo no radica en que seamos muchos los que acudimos, sino por lo significativo de este día y su santuario. 
En la Romería de Pascuillas de 1916, el obispo de entonces, D. Leopoldo Eijo Garay, manifiesta su deseo de que comiencen los trámites para solicitar de la Santa Sede la Coronación canónica de la Virgen de A Franqueira. Por distintas razones, esto no se logra hasta 1958, y es coronada en 1963. Pero, lejos de ver colocada una gran corona en esta antigua imagen, lo que se proclama es el reconocimiento de la advocación de A Virxe da Fonte de A Franqueira como reina de esta Iglesia que peregrina en Tui- Vigo. Es el reconocimiento de que ella nos reúne en un solo pueblo y nos pide del Señor "fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en la caridad". 

Esta Iglesia, presente en su pastor, el sucesor de los apóstoles, elegido por el Señor para presidirnos en la caridad, camina con la mirada materna y llena de ternura de la Madre.

Feliz día
Xabier Alonso
14-05-2019

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