martes, 21 de mayo de 2019

PIDAMOS LA PAZ


Es la petición más habitual. ¿Recordáis lo que piden los niños? La paz, que se acabe el hambre en el mundo, ... y esta petición no es una cosa de niños. Porque la violencia que se respira a nuestro alrededor no es fácil de digerir. No son pocas las películas en las que no salgan pistolas, metralletas, y otros utensilios de guerra y de muerte. No son pocas en las que la violencia, verbal, física y psicológica no sea el argumento. No digamos en series, dibujos animados, videojuegos. Creo que un guionista no lo tiene fácil para elaborar un argumento en el que no aparezcan éstos elementos. Porque una cosa es la realidad de nuestro mundo y otra la violencia gratuita como entretenimiento o diversión. Claro que, muchos dicen, estos espectáculos no son para educar, quien no le guste que no vaya, pero todo suma en la formación de nuestra conciencia, y acabamos declarando como una sentencia a colocar en el frontal del templo de la laicidad "el que no le guste...", o "si me apetece..." y otras que manifiestan en el relativismo e individualismo en el que nos encontramos.
Jesús sufrió la violencia de los hombres, la injusticia, la muerte. Fue encarnizada y con el ensañamiento de una situación en la que la dignidad humana aún no había llegado a la conciencia colectiva. Ésta irrumpiría en el mundo con la expansión del cristianismo, pues ¿que mayor dignidad que la de ser hijo de Dios?. Cuando San Pablo habla a los gálatas que "ya no hay judío ni griego, ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús" rompe las barreras de una violencia y de una separación que aún hoy no ha calado en el corazón del hombre.
Apelo a la conciencia civil, cívica, a los hombres y mujeres honrados, a los buscadores de la verdad, a los que tienen en bien como criterio de acción, a los que creen en el bien común, a los que aman la justicia, a los que liberan a los sometidos por las desigualdades, a los que confían en el corazón del hombre, a los que sueñan con otro mundo, a los que vuelan en palomas de paz, a los que sellaron pactos imposibles, a los que dejan huella, a los que mueven conciencias y reclaman respuestas, a los que dejaron la indiferencia y se manchan en le barro de una humanidad marcada por la violencia, a los que abrazan y sanan heridas, a los que no hablan de desprecio ni venganza, a los que creen en el diálogo, a los quien sabe lo que es amar porque un día le arrebataron lo mejor. Los llamo a que creamos en la paz, ésa que nos dejó el Resucitado.

Solo me queda deciros: "La paz contigo hermano, hemana"

Feliz día
Xabier Alonso
21-05-2109


Evanxeo: Xn 14, 27-31a. 
    Na conversa de despois da derradeira cea díxolles Xesús ás persoas que o acompañaban:
    --Déixovos a paz, douvos a miña paz; eu non vola dou como a dá o mundo. Non vos angustiedes, nin teñades medo. Oístes que vos dixen voume e logo volvo onda vós. Se me amasedes, alegrariádesvos de que eu vaia onda o Pai, xa que o Pai é máis ca min.
    Díxenvolo agora, antes de que suceda, para que, cando suceda, creades. Xa non falarei moito convosco, pois está a vir o príncipe deste mundo. Sobre min non ten nada,  máis é para que saiba o mundo que eu amo o Pai, e que eu fago o que o Pai me mandou.

No hay comentarios:

Publicar un comentario