lunes, 28 de mayo de 2018

EL RICO QUE SE VUELVE TRISTE A CASA




Las riquezas no lo dan todo, llenan de satisfacciones, embotan la mente, crean falsas ilusiones, te busca amigos de conveniencia. Aquel joven estaba harto, lo tenía todo y nada, lo había llenado todo de cumplimiento y compensaciones, pero había perdido la ilusión por un proyecto: alcanzar la vida. Su carrera era agotadora y ya estaba cansado de no llegar.
Y Jesús, lo mira con cariño, pone sobre él su mirada llena de ternura, se adentra en su corazón y descubre la sinceridad de una búsqueda. Y arriesga. Jesús pone toda la carne en el asador.  Se atreve a proponer "vende lo que tienes, dale a los pobres, ven y sígueme". Y Jesús respira hondo. Sabe que la respuesta la tiene este joven en su corazón. De esta propuesta depende todo. Así es Jesús, te suelta de repente una palabra. Di, sí o no. Venga.
Y es de los que no aceptan. El evangelio también nos narra la respuesta negativa de los que no se atreven. Su corazón está demasiado agarrado a las riquezas. Lo peor es que volvió a su casa triste. Teniéndolo todo, vuelve peor de lo que había ido.

A tí María, naiciña nosa, poñemos a nosa vida., Axúdanos a dicir si coa libertade coa que ti te entrgaches. Ti fas da pobreza a maior riqueza, ti nos traes ao que sendo Deus físoxe pobre.

¿cal é a túa resposta hoxe?

Feliz día
Xabier Alonso
Franqueira, Prado, A Lamosa
28-05-2018

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